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Jeremías 44:5 - Nueva Biblia Española (1975)

5 Pero no escucharon ni prestaron oído para enmendarse de la maldad dejando de quemar incienso a dioses extraños.

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Biblia Reina Valera 1960

5 Pero no oyeron ni inclinaron su oído para convertirse de su maldad, para dejar de ofrecer incienso a dioses ajenos.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

5 pero mi pueblo no quiso escucharme ni apartarse de su conducta perversa. Siguieron quemando incienso a esos dioses.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

5 Pero no han querido escuchar ni hacer caso para abandonar su maldad o dejar de incensar a dioses extranjeros.

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La Biblia Textual 3a Edicion

5 Pero no escucharon ni inclinaron el oído para convertirse de su maldad, dejando de quemar incienso a dioses extraños.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

5 Pero no escucharon ni aplicaron su oído para convertirse de su maldad y para no incensar a otros dioses.

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Jeremías 44:5
18 Tagairtí Cros  

pero ellos se burlaron de los mensajeros de Dios, se reían de sus palabras y se mofaban de los profetas, hasta que la ira del Señor se encendió sin remedio contra su pueblo.


Fuiste paciente con ellos durante muchos años, tu espíritu los amonestó por tus profetas, pero no prestaron atención y los entregaste en manos de pueblos paganos.


Si hubieras atendido a mis mandatos. sería tu paz como un río, tu justicia como las olas del mar;


Porque sé que eres obstinado, que tu cerviz es un tendón de hierro y tu frente es de bronce;


que rehusaron acatar mis mandatos; siguen y sirven a dioses extranjeros. Israel y Judá han quebrantado la alianza que establecí con sus padres.


Tenías tantos dioses como poblados, Judá; hiciste tantos altares como calles, Jerusalén; altares para ofrecer sacrificios a Baal.


El Señor de los ejércitos, que te plantó, pronuncia una amenaza contra ti, por la maldad de Israel y de Judá, que me irritaron quemando incienso a Baal.


Ellos no escucharon ni prestaron oído, sino que cada uno seguía la maldad de su corazón obstinado. Por eso hice caer sobre ellos las maldiciones de la alianza, pues no hicieron lo que yo les mandaba.


de ese pueblo que se niega a obedecerme, que se porta obstinadamente, que sigue a dioses extranjeros y les rinde adoración. Serán como ese cinturón inservible.


las casas de Jerusalén y los palacios reales de Judá serán inmundos como el sitio de El Horno; las casas en cuyas azoteas ofrecían sacrificios a los astros del cielo, y libaban a dioses extranjeros'. 20


Y ni Juan, hijo de Carej, ni sus capitanes ni el pueblo obedecieron al Señor, quedándose a vivir en tierra de Judá;


Pero no escucharon ni prestaron oído, seguían sus planes, la maldad de su corazón obstinado, dándome la espalda y no la cara.


No hicimos caso a tus siervos los profetas que hablaban en tu nombre a nuestros reyes, a nuestros príncipes, padres y terratenientes.


Cuanto más los llamaba, más se alejaban de mí: ofrecían sacrificios a los baales y quemaban ofrendas a los ídolos.


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