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Jeremías 27:9 - Nueva Biblia Española (1975)

9 Y ustedes no hagan caso a sus profetas y adivinos intérpretes de sueños, agoreros y magos, que les dicen: 'No estarán sometidos al rey de Babilonia';

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Biblia Reina Valera 1960

9 Y vosotros no prestéis oído a vuestros profetas, ni a vuestros adivinos, ni a vuestros soñadores, ni a vuestros agoreros, ni a vuestros encantadores, que os hablan diciendo: No serviréis al rey de Babilonia.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

9 »”’No les hagan caso a sus falsos profetas, adivinos, intérpretes de sueños, los médiums y hechiceros que dicen: “El rey de Babilonia no los conquistará”.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

9 No hagan, pues, caso ustedes a sus profetas, adivinos, soñadores, augures y hechiceros, que les dicen: 'Ustedes no serán súbditos del rey de Babilonia',

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La Biblia Textual 3a Edicion

9 Vosotros, pues, no escuchéis a vuestros profetas, ni a vuestros adivinos, ni a vuestros soñadores, ni a vuestros agoreros, ni a vuestros hechiceros, que os hablan diciendo: ¡No serviréis al rey de Babilonia!

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

9 Vosotros, por tanto, no debéis escuchar a vuestros profetas, a vuestros adivinos, a vuestros soñadores, a vuestros agoreros y a vuestros magos, que os dicen: no tendréis que servir al rey de Babilonia.

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Jeremías 27:9
26 Tagairtí Cros  

No dejarás con vida a la hechicera.


El Faraón llamó a sus sabios y a sus hechiceros, y los magos de Egipto hicieron lo mismo con sus encantamientos:


Hijo mío, deja de aceptar la corrección y te perderás por falta de principios.


Cierto, les dirán: Consulten a los espíritus y adivinos que susurran y musitan: ¿No consulta un pueblo a sus dioses, y a los muertos acerca de los vivos,


El Señor me contestó: Mentiras profetizan los profetas en mi nombre; no los envié, no los mandé, no les hablé; visiones engañosas, oráculos vanos, fantasías de su mente es lo que profetizan.


Así dice el Señor de los ejércitos: No hagan caso a sus profetas, que los embaucan: cuentan visiones de su fantasía, no de la boca del Señor;


He oído lo que dicen los profetas, profetizando embustes en mi nombre, diciendo que han tenido un sueño;


aquí estoy contra los profetas -oráculo del Señor- que cuentan sus sueños falsos y extravían a mi pueblo con sus embustes y jactancias. No los mandé, no los envié, no aprovecharán a este pueblo -oráculo del Señor- .


Así dice el Señor de los ejércitos, Dios de Israel: No se dejen engañar por los profetas y adivinos que viven entre ustedes; no hagan caso de los sueños que ellos sueñan,


De ti ven visiones falsas, vaticinan patrañas. ¡Que te apliquen al cuello de los malhechores infames, cuyo día ha llegado, la hora del castigo final!


Acudieron los magos, astrólogos, agoreros y adivinos; les conté mi sueño, pero no supieron explicarme su sentido.


los videntes avergonzados, los adivinos sonrojados se taparán la barba, porque Dios no responde.


En cambio, los fetiches prometen en vano, los agoreros ven falsedades, cuentan sueños fantásticos, consuelan sin provecho. Por eso vagan perdidos como ovejas sin pastor.


Los llamaré a juicio, seré testigo exacto contra hechiceros, adúlteros y perjuros, contra los que defraudan al obrero de su jornal, oprimen a viudas y huérfanos y atropellan al emigrante sin tenerme respeto -dice el Señor de los ejércitos-.


Le hacían caso porque por largo tiempo los había tenido maravillados con sus magias;


Que nadie los engañe con argumentos huecos: estas cosas son las que atraen la reprobación de Dios sobre los rebeldes.


y, anunciando un signo o prodigio, te propone: 'Vamos a seguir a dioses extranjeros y a darles culto'; aunque se cumpla el signo o prodigio,


esos pueblos que tú vas a desposeer escuchan a astrólogos y vaticinadores, pero a ti no te lo permite el Señor, tu Dios.


(Al adivino Balaán, hijo de Beor, lo acuchillaron los israelitas con los demás).


ni luz de lámpara brillará más en ti, ni voz de novio y novia se oirá más en ti, porque tus comerciantes eran los grandes de la tierra y con tus brujerías sedujiste a todas las naciones.


En cambio, a los cobardes, infieles, infames, asesinos, lujuriosos, hechiceros e idólatras y a todos los embusteros les tocará en suerte el lago de azufre ardiendo, que es la segunda muerte.


Fuera los perros, los hechiceros, los lujuriosos, los asesinos, los idólatras y todo amigo de falsedades'.


No se arrepintieron tampoco de sus homicidios, ni de sus maleficios, ni de su lujuria, ni de sus robos.


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