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Jeremías 22:3 - Nueva Biblia Española (1975)

3 Así dice el Señor: Practiquen la justicia y el derecho, libren al oprimido del opresor, no exploten al emigrante, al huérfano y a la viuda, no sean violentos ni derramen sangre inocente en este lugar.

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Biblia Reina Valera 1960

3 Así ha dicho Jehová: Haced juicio y justicia, y librad al oprimido de mano del opresor, y no engañéis ni robéis al extranjero, ni al huérfano ni a la viuda, ni derraméis sangre inocente en este lugar.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

3 Esto dice el Señor: ‘Sean imparciales y justos. ¡Hagan lo que es correcto! Ayuden a quienes han sufrido robos; rescátenlos de sus opresores. ¡Abandonen sus malas acciones! No maltraten a los extranjeros, ni a los huérfanos ni a las viudas. ¡Dejen de matar al inocente!

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Biblia Católica (Latinoamericana)

3 Practiquen la justicia y hagan el bien, libren de la mano del opresor al que fue despojado; no maltraten al forastero ni al huérfano ni a la viuda; no les hagan violencia, ni derramen sangre inocente en este lugar.

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La Biblia Textual 3a Edicion

3 Así dice YHVH: Haced lo recto y lo justo, y librad al despojado de mano del opresor. No maltratéis ni hagáis violencia al extranjero, al huérfano ni a la viuda, ni derraméis sangre inocente en este lugar.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

3 Así dice Yahveh: practicad el derecho y la justicia, liberad al oprimido de la mano del opresor, no molestéis ni oprimáis al forastero, al huérfano ni a la viuda, y no derraméis sangre inocente en este lugar.

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Jeremías 22:3
49 Tagairtí Cros  

Me dijo el Dios de Jacob, me habló la Roca de Israel: 'El que gobierna a los hombres con justicia, el que gobierna respetando a Dios,


por la sangre inocente que derramó hasta inundar a Jerusalén; el Señor no quiso perdonar.


despedías a las viudas con las manos vacías, hacías polvo los brazos de los huérfanos.


Los malvados arrancaron del pecho al huérfano y toman en prenda al niño del pobre.


padre de huérfanos, defensor de viudas es Dios desde su santa morada,


defiendan al pobre y al indigente, sacándolos de las manos del culpable'.


Aunque atenten contra la vida del justo y condenen a muerte al inocente,


asesinan a viudas y emigrantes, degüellan a los huérfanos,


No oprimirás ni vejarás al emigrante, porque emigrantes fueron ustedes en Egipto.


No explotarás a viudas ni a huérfanos,


No remuevas los linderos antiguos ni te metas en la parcela del huérfano,


ojos engreídos, lengua embustera, manos que derraman sangre inocente.


tus jefes son bandidos, socios de ladrones: todos amigos de sobornos, en busca de regalos. No defienden al huérfano, no se encargan de la causa de la viuda.


El ayuno que yo quiero es éste: abrir las prisiones injustas, hacer saltar los cerrojos de los cepos, dejar libres a los oprimidos, romper todos los cepos;


partir tu pan con el hambriento, hospedar a los pobres sin techo, vestir al que ves desnudo y no cerrarte a tu propia carne.


porque me abandonaron, extrañaron este lugar sacrificando en él a dioses extranjeros, que ni ellos ni sus padres conocían, y los reyes de Judá lo llenaron de sangre inocente.


Casa de David, así dice el Señor: Vayan temprano a administrar justicia, libren al oprimido del poder del opresor; si no quieren que mi cólera estalle como fuego y arda inextinguible por sus malas acciones.


Tú, en cambio, tienes ojos y corazón sólo para el lucro, para derramar sangre inocente, para el abuso y la opresión.


Los dignatarios y toda la gente dijeron a los sacerdotes y profetas: Este hombre no merece la muerte, pues nos ha hablado en nombre del Señor, nuestro Dios.


engordan y prosperan; rebosan de malas palabras, no juzgan según derecho, no defienden la causa del huérfano ni sentencian a favor de los pobres.


ésta fue la orden que les di: 'Obedézcanme, y yo seré su Dios y ustedes serán mi pueblo; caminen por el camino que les señalo, y les irá bien'.


quien quiera gloriarse, que se gloríe de esto: de conocer y comprender que soy el Señor, que en la tierra establece la lealtad, el derecho y la justicia y se complace en ellos -oráculo del Señor- .


defraudar a alguien en un proceso: eso no lo aprueba el Señor.


que explota al desgraciado y al pobre, que roba y no devuelve la prenda empeñada, que levanta los ojos a los ídolos y comete abominación;


que no explota, sino que devuelve la prenda empeñada; que no roba, sino que da su pan al hambriento y viste al desnudo;


En ti despojan al padre y a la madre, en ti atropellan al forastero, en ti explotan al huérfano y a la viuda.


Esto dice el Señor: ¡Basta ya, príncipes de Israel! Aparten la violencia y la rapiña y practiquen el derecho y la justicia. Dejen de atropellar a mi pueblo -oráculo del Señor- .


Egipto se volverá un desierto; Edom, estepa desolada, porque violentaron a los judíos y derramaron sangre inocente en ¡su país.


No darán sentencias injustas, No serás parcial, ni por favorecer al pobre ni por honrar al rico. Juzga con justicia a tu conciudadano.


en todas las viñas habrá duelo, cuando pase entre ustedes, dice el Señor:


que fluya como agua el derecho, y la justicia como arroyo perenne.


Sus jefes juzgan por soborno, sus sacerdotes predican a sueldo, sus profetas adivinan por dinero; y encima se apoyan en el Señor diciendo: ¿No está el Señor en medio de nosotros? No nos sucederá nada malo.


Hombre, ya te ha explicado lo que está bien, lo que el Señor desea de ti: que defiendas el derecho y ames la lealtad, y que seas humilde con tu Dios.


Los llamaré a juicio, seré testigo exacto contra hechiceros, adúlteros y perjuros, contra los que defraudan al obrero de su jornal, oprimen a viudas y huérfanos y atropellan al emigrante sin tenerme respeto -dice el Señor de los ejércitos-.


¡Ay de ustedes, letrados y fariseos hipócritas, que pagan el diezmo de la hierbabuena, del anís y del comino y descuidan lo más grave de la Ley: la justicia, el buen corazón y la lealtad! ¡Esto había que practicar!, y aquello..., no dejarlo.


hace justicia al huérfano y a la viuda, ama al emigrante, dándole pan y vestido.


No defraudarás el derecho del emigrante y del huérfano ni tomarás en prenda las ropas de la viuda;


Si descubren que uno ha secuestrado a un hermano suyo israelita, para explotarlo o venderlo, el secuestrador morirá; así extirparás la maldad de ti.


Cuando dos hombres tengan un pleito, vayan a juicio y los juzgues, absolviendo al inocente y condenando al culpable;


¡Maldito quien defraude de sus derechos al emigrante, al huérfano o a la viuda!, y el pueblo a una responderá: ¡Amén!


Religión pura y sin mancha a los ojos de Dios Padre es ésta: mirar por los huérfanos y las viudas en sus apuros y no dejarse contaminar por el mundo.


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