Biblia Todo Logo
Bíobla ar líne
- Fógraí -





Jeremías 2:13 - Nueva Biblia Española (1975)

13 porque dos maldades ha cometido mi pueblo: me abandonaron a mí, fuente de agua viva, y se cavaron aljibes, aljibes agrietados que no retienen el agua.

Féach an chaibidil Cóip


Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

13 Porque dos males ha hecho mi pueblo: me dejaron a mí, fuente de agua viva, y cavaron para sí cisternas, cisternas rotas que no retienen agua.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Nueva Traducción Viviente

13 Pues mi pueblo ha cometido dos maldades: me ha abandonado a mí —la fuente de agua viva— y ha cavado para sí cisternas rotas ¡que jamás pueden retener el agua!

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Católica (Latinoamericana)

13 doble falta ha cometido mi pueblo: me ha abandonado a mí, que soy manantial de aguas vivas, y se han cavado pozos, pozos agrietados que no retendrán el agua.

Féach an chaibidil Cóip

La Biblia Textual 3a Edicion

13 Porque dos males ha hecho mi pueblo: Me abandonaron a mí, fuente de agua viva, Y cavaron para sí cisternas, Cisternas rotas que no retienen el agua.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Serafín de Ausejo 1975

13 pues dos males hizo mi pueblo: me abandonaron a mí, fuente de aguas vivas, y se excavaron cisternas, cisternas agrietadas, que no retienen el agua.

Féach an chaibidil Cóip




Jeremías 2:13
49 Tagairtí Cros  

por haberme abandonado y haber quemado incienso a otros dioses, irritándome con sus ídolos, está ardiendo mi cólera contra este lugar, y no se apagará'.


Porque en ti está la fuente viva y tu luz nos hace ver la luz.


Examiné todas las acciones que se hacen bajo el sol: todo es vanidad y caza de viento,


¡Vanidad de vanidades -dice Qohelet-; vanidad de vanidades, todo es vanidad! Nada hay nuevo bajo el sol


Vanidad de vanidades -dice el Predicador-, todo es vanidad.


Después examiné todas las obras de mis manos y la fatiga que me costó realizarlas: todo resultó vanidad y caza de viento, nada se saca bajo el sol.


Hay quien trabaja con sabiduría, ciencia y acierto, y tiene que dejarle su porción a uno que no ha trabajado. También esto es vanidad y grave desgracia.


Al hombre que le agrada le da sabiduría y ciencia y alegría; al pecador le da como tarea juntar y acumular, para dárselo a quien agrada a Dios. También esto es vanidad y caza de viento.


Observé todo el esfuerzo y el éxito de las empresas: es pura rivalidad entre compañeros. También esto es vanidad y caza de viento.


Conoce el buey a su amo, y el burro el pesebre del dueño; Israel no conoce, mi pueblo no recapacita.


¡Ay gente pecadora, pueblo cargado de culpas, raza de malvados, hijos degenerados! Han abandonado al Señor, despreciado al Santo de Israel.


Sacarás agua con gozo del manantial de la salvación.


Todo son cítaras y arpas, panderetas y flautas y vino en sus banquetes, y no atienden a la actividad de Dios ni se fijan en la obra de su mano.


¿Por qué gastan dinero en lo que no alimenta?, ¿y el salario en lo que no da hartura? Escúchenme atentos, y comerán bien, saborearán platos sustanciosos,


El dijo: 'Son mi pueblo, hijos que no engañarán'.


Entablaré pleito con ellos por todas sus maldades: porque me abandonaron, quemaron incienso a dioses extranjeros y se postraron ante las obras de sus manos.


Los nobles envían a sus sirvientes por agua: van a las cisternas, no encuentran agua, se vuelven con los cántaros vacíos, se cubren desencantados la cabeza,


Tú me rechazaste, te echaste atrás -oráculo del Señor- , y yo tendí la mano para aniquilarte,


tú, Señor, eres la esperanza de Israel, los que te abandonan fracasan, los que se apartan serán escritos en el polvo, porque abandonaron al Señor, manantial de agua viva.


¿Abandona la nieve del Líbano las rocas escarpadas? ¿Se corta el agua fresca que fluye caprichosa?


porque me abandonaron, extrañaron este lugar sacrificando en él a dioses extranjeros, que ni ellos ni sus padres conocían, y los reyes de Judá lo llenaron de sangre inocente.


¿Cambia un pueblo de dios? Y eso que no es dios, pues mi pueblo cambió su Gloria por el que no sirve.


¿No te ha sucedido todo eso por haber abandonado al Señor, tu Dios?


Como se queda turbado un ladrón sorprendido, se quedan turbados los israelitas, con sus reyes, príncipes, sacerdotes y profetas;


Mi pueblo es insensato,' no me reconoce, son hijos necios que no recapacitan: son diestros para el mal, ignorantes para el bien.


porque hay en mi pueblo criminales que ponen trampas como cazadores y cavan fosas para cazar hombres:


los profetas profetizan embustes, los sacerdotes dominan por la fuerza, y mi pueblo tan contento. ¿Qué harán en el desenlace?


y así agarraré por dentro a los israelitas que han desertado de mí por causa de todos sus ídolos.


Me hizo volver a la entrada del templo. Del zaguán del templo manaba agua hacia levante -el templo miraba a levante-. El agua iba bajando por el lado derecho del templo, al mediodía del altar.


Antaño mi pueblo se levantaba contra el enemigo, hogaño arrancan túnica y manto a quien transita confiado, ¡desertores de la guerra!


Pueblo mío, ¿qué te hice, en qué te molesté? Respóndeme.


Aquel día se alumbrará un manantial contra los pecados e impurezas para la dinastía de David y los vecinos de Jerusalén.


Jesús le contestó: Si conocieras el don de Dios y quién es el que te pide de beber, le pedirías tú a él y te daría agua viva.


Le dice la mujer: Señor, si no tienes cubo y el pozo es hondo, ¿de dónde vas a sacar el agua viva?


en cambio, el que haya bebido el agua que yo voy a darle, nunca más tendrá sed; no, el agua que yo voy a darle se le convertirá dentro en un manantial, con agua que salta dando vida definitiva.


El último día, el más solemne de las fiestas, Jesús se puso de pie y gritó: Si alguien tiene sed, que se acerque a mí, y que beba


El Señor, dijo a Moisés: Mira, vas a descansar con tus padres, y el pueblo se va a prostituir con los dioses extraños de la tierra adonde va. Me abandonará y quebrantará la alianza que he concluido con ellos.


Son fuentes agotadas, nubes arrastradas por la tormenta; las oscuras tinieblas los aguardan.


Y me dijo todavía: Ya son un hecho. Yo soy el alfa y la omega, el principio y el fin. Al sediento, yo le daré a beber gratuitamente de la fuente de agua viva.


Me mostró entonces el ángel el río de agua viva, luciente como el cristal, que salía del trono de Dios y del Cordero.


Dicen el Espíritu y la esposa: '¡Ven!'. Diga el que escucha: '¡Ven!. Quien tenga sed, que se acerque; el que quiera, tome gratuitamente agua viva.


Pero me han abandonado, han dado culto a otros dioses. Por eso no volveré a salvarlos.


Entonces gritaron al Señor: 'Hemos pecado, porque hemos abandonado al Señor, para servir a Baal y Astarté; líbranos del poder de nuestros enemigos y te serviremos'.


Lean orainn:

Fógraí


Fógraí