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Jeremías 10:1 - Nueva Biblia Española (1975)

1 Israelitas, escuchen esta palabra que el Señor les dirige:

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Biblia Reina Valera 1960

1 Oíd la palabra que Jehová ha hablado sobre vosotros, oh casa de Israel.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

1 ¡Escucha la palabra que el Señor te dice, oh Israel!

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Biblia Católica (Latinoamericana)

1 Escucha lo que dice Yavé, pueblo de Israel.

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La Biblia Textual 3a Edicion

1 ¡Oíd la palabra que os dice YHVH, oh casa de Israel!

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

1 Casa de Israel, escuchad la palabra que os dice Yahveh.

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Jeremías 10:1
16 Tagairtí Cros  

Miqueas continuó: Por eso escucha la palabra del Señor: vi. al Señor sentado en su trono. Todo el ejército celeste estaba en pie junto a él, a derecha e izquierda,


'Escucha, pueblo mío, que voy a hablarte; Israel, voy a dar testimonio contra ti -yo, Dios, tu Dios-.


Oigan la palabra del Señor, príncipes de Sodoma; escucha la enseñanza de nuestro Dios, pueblo de Gomorra.


Escuchen la palabra del Señor, gente burlona, que gobiernan a ese pueblo de Jerusalén:


¿Con quién compararán a Dios, qué imagen van a contraponerle?


Así dice el Señor, Rey de Israel, su redentor, el Señor de los ejércitos: Yo soy el primero y yo soy el último, fuera de mí no hay dios.


Dice el Señor: No imiten la conducta de los paganos, no los asusten los signos celestes que asustan a los paganos.


Escuchen la palabra del Señor, casa de Jacob, tribus todas de Israel:


Escucha la palabra del Señor, rey de Judá, que ocupas el trono de David, y también tus ministros y el pueblo, que entra por estas puertas:


entonces, resto de Judá, escuchen la palabra del Señor: Así dice el Señor de los ejércitos, Dios de Israel: Si se empeñan en ir a Egipto para residir allí,


a Egipto, Judá, Edom, Amón, Moab y a los beduinos de cabeza rapada. Porque todos, lo mismo que Israel, son incircuncisos de corazón.


Escuchen la palabra del Señor, hijos de Israel: el Señor pone pleito a los habitantes del país, que no hay verdad ni lealtad ni conocimiento de Dios en el país,


Pues bien, escucha la palabra del Señor: Tú me dices: No profetices contra Israel, no vaticines contra la casa de Isaac.


Esa es precisamente la razón por la que damos gracias a Dios sin cesar; que al oírnos predicar el mensaje de Dios, no lo recibieron como palabra humana, sino como lo que es realmente, como palabra de Dios, que despliega su energía en ustedes los creyentes;


Quien tenga oídos, oiga lo que dice el Espíritu a las iglesias.


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