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Ester 7:9 - Nueva Biblia Española (1975)

9 y Harbona, uno de los eunucos del servicio personal del rey, sugirió: Precisamente en casa de Aman han instalado una horca de veinticinco metros de alto; la ha preparado Aman para Mardoqueo, que salvó al rey con su denuncia. El rey ordenó: ¡Ahórquenlo allí!

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Biblia Reina Valera 1960

9 Y dijo Harbona, uno de los eunucos que servían al rey: He aquí en casa de Amán la horca de cincuenta codos de altura que hizo Amán para Mardoqueo, el cual había hablado bien por el rey. Entonces el rey dijo: Colgadlo en ella.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

9 Luego Harbona, uno de los eunucos del rey, dijo: —Amán ha levantado un poste afilado de veintitrés metros de altura en el patio de su casa. Tenía pensado utilizarlo para atravesar a Mardoqueo, el hombre que salvó al rey de ser asesinado. —¡Que atraviesen a Amán en ese poste! —ordenó el rey.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

9 Arbona, uno de los eunucos, dijo al rey: 'Hay una horca que preparó Amán para Mardoqueo, el que había sido honrado por el rey. Está levantada frente a la casa de Amán y tiene una altura de veinticinco metros». Entonces dijo el rey: 'Cuelguen allí a Amán».

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La Biblia Textual 3a Edicion

9 Y dijo Harbona, uno de los eunucos que estaban en presencia del rey: ¡He allí precisamente colocado en casa de Amán un madero de cincuenta codos de altura, el cual Amán preparó para Mardoqueo, quien habló en provecho del rey!° Y el rey ordenó: ¡Colgadlo en él!

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

9 Jarboná, uno de los eunucos, dijo en presencia del rey: 'Precisamente la horca que había preparado Amán para Mardoqueo, el que denunció la trama contra el rey, está levantada en casa de Amán, y es de cincuenta codos de alta'. Y dijo el rey: 'Que lo cuelguen de ella'.

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Ester 7:9
20 Tagairtí Cros  

Jehú levantó la vista al balcón y preguntó: ¿Quién se pone de mi parte? ¿Quién? Se asomaron dos o tres eunucos,


El séptimo día, cuando el rey estaba alegre por el vino, ordenó a Maumán, Bazata, Jarbona, Bagatá, Abgatá, Zetar y Carcas, los siete eunucos adscritos al servicio personal del rey Asuero,


Su mujer, Zares, y sus amigos le dijeron: Que preparen una horca de veinticinco metros. Por la mañana le pides al rey que ahorquen allí a Mardoqueo, y luego te vas contento al banquete. A Aman le gustó la propuesta, y mandó preparar la horca.


Estaban todavía hablando con él cuando llegaron los eunucos reales para llevarle en seguida al banquete preparado por Ester.


Y allí se contaba cómo Mardoqueo había descubierto a Bigtán y Teres, los dos eunucos reales centinelas, que habían querido atentar contra el rey Asuero.


El rey Asuero dijo entonces a la reina Ester y al judío Mardoqueo: Ya ven que he dado a Ester la casa de Aman y a él lo han ahorcado por atentar contra los judíos.


El rey ordenó que se hiciera así: se prorrogó el decreto en Susa y colgaron a los diez hijos de Aman.


pero cuando Ester se presentó al rey, el rey escribió un documento volviendo contra Aman el plan perverso que había tramado contra los judíos, y lo colgaron en la horca, a él y a sus hijos.


caigan los malvados en sus propias redes, mientras yo solo escapo libre.


que los sorprenda el desastre imprevisto, que los enrede la red que escondieron y caigan en la zanja que abrieron.


en un momento causan horror y consumidos de espanto acaban:


Luego mandó el rey traer a los que habían calumniado a Daniel y arrojarlos al foso de los leones con sus hijos y esposas. No habían llegado al suelo y ya los leones los habían atrapado y despedazado.


Los ministros del reino, los prefectos, los sátrapas, consejeros y gobernadores están de acuerdo en que el rey debe promulgar un edicto sancionando que en los próximos treinta días nadie haga oración a otro dios que no seas tú, bajo pena de ser arrojado al foso de los leones.


David corrió y se paró junto al filisteo, le agarró la espada, la desenvainó y lo remató, cortándole la cabeza. Los filisteos, al ver que había muerto su, campeón, huyeron.


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