Eclesiastés 8:8 - Nueva Biblia Española (1975)8 El hombre no es dueño de su vida ni puede encarcelar su aliento; no es dueño del día de la muerte ni puede librarse de la guerra. Ni la maldad librará a su dueño. Féach an chaibidilTuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 19608 No hay hombre que tenga potestad sobre el espíritu para retener el espíritu, ni potestad sobre el día de la muerte; y no valen armas en tal guerra, ni la impiedad librará al que la posee. Féach an chaibidilBiblia Nueva Traducción Viviente8 Nadie puede retener su espíritu y evitar que se marche. Nadie tiene el poder de impedir el día de su muerte. No hay forma de escapar de esa cita obligatoria: esa batalla oscura. Y al enfrentarse con la muerte, la maldad no rescatará al malvado. Féach an chaibidilBiblia Católica (Latinoamericana)8 Ningún hombre es dueño del soplo de vida, nadie puede disponer del día de su muerte. Es un combate sin piedad y no hay maldad que nos pueda salvar. Féach an chaibidilLa Biblia Textual 3a Edicion8 No hay hombre que tenga potestad sobre el espíritu para retener el espíritu, ni potestad sobre el día de la muerte. No hay escape en tal guerra, ni la impiedad librará al que la posee. Féach an chaibidilBiblia Serafín de Ausejo 19758 Nadie tiene poder sobre el aliento para detenerlo, ni nadie es dueño del día de su muerte. Nadie se libra del combate, ni el crimen salva a su autor. Féach an chaibidil |