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Eclesiastés 2:1 - Nueva Biblia Española (1975)

1 Entonces me dije: vamos a ensayar con la alegría y a gozar de placeres, y también resultó vanidad.

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Biblia Reina Valera 1960

1 Dije yo en mi corazón: Ven ahora, te probaré con alegría, y gozarás de bienes. Mas he aquí esto también era vanidad.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

1 Me dije: «Vamos, probemos los placeres. ¡Busquemos “las cosas buenas” de la vida!»; pero descubrí que eso también carecía de sentido.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

1 Me dije: '¡Vamos, encontremos la alegría, y que yo pruebe la felicidad!' Pero eso también no es más que un viento.

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La Biblia Textual 3a Edicion

1 Dije en mi corazón: ¡Ven pues, te probaré con el placer! ¡Prueba la felicidad! Pero he aquí también esto era vanidad.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

1 Entonces me dije: '¡Voy a probar la alegría, a gustar el placer!'. Pero también eso es vanidad.

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Eclesiastés 2:1
27 Tagairtí Cros  

Vamos a bajar y a confundir su lengua, de modo que uno no entienda la lengua del prójimo.


El rey de Siria le dijo: Ven, que te doy una carta para el rey de Israel. Naamán se puso en camino, llevando tres quintales de plata, seis mil monedas de oro y diez trajes.


La intriga retuerce siempre sus caminos, no alcanza a comprender tus juicios y desafía a sus rivales;


Piensa el necio: 'No hay Dios'.


Anda -dice mi corazón-, busca su rostro,


También entre risas llora el corazón, y la alegría termina en pesar.


Disfruta mientras eres muchacho y pásalo bien en la juventud; déjate llevar del corazón y de lo que atrae a los ojos; y sabe que Dios te llevará a juicio para dar cuenta de todo.


Cuanto los ojos me pedían se lo concedía, no rehusé a mi corazón alegría alguna; sabía disfrutar de todas mis fatigas, y ésta era la paga de todas mis fatigas.


y me dije: la suerte del necio será mi suerte, ¿para qué fui sabio?, ¿qué saqué en limpio?, y pensé para mí: también esto es vanidad.


Pues ¿quién come y goza sin su permiso?


El sabio piensa en la casa en duelo, el necio piensa en la casa en fiesta.


Yo alabo la alegría, porque el único bien del hombre es comer y beber y alegrarse; eso le quedará de sus trabajos durante los días de su vida que Dios le conceda vivir bajo el sol.


Pues ahora les diré a ustedes lo que voy a hacer con mi viña: quitar su valla para que sirva de pasto, derruir su cerca para que la pisoteen.


Atención, ustedes, los que atizan el fuego y encienden teas: vayan a la hoguera de su fuego, de las teas que han encendido. Así los tratará mi mano, yacerán en el tormento.


El Señor me abrió el oído: yo no me resistí ni me eché atrás:


Luego podré decirme: 'Amigo, tienes muchos bienes almacenados para muchos años: túmbate, come, bebe y date la buena vida'.


Había un hombre rico que se vestía de púrpura y lino, y banqueteaba todos los días espléndidamente.


Estando en el abismo, en medio de los tormentos, levantó los ojos, vio de lejos a Abrahán con Lázaro echado a su lado,


porque antes también nosotros con nuestra insensatez y obstinación íbamos fuera de camino: éramos esclavos de pasiones y placeres de todo género, nos pasábamos la vida haciendo daño y comidos de envidia, éramos insoportables y nos odiábamos unos a otros.


Vamos ahora con los que dicen: 'Hoy mismo o mañana salimos para tal o cual ciudad, nos pasamos allí un año negociando, y ¡a ganar dinero!'.


Vamos ahora con los ricos: lloren a gritos por las desgracias qUe se les vienen encima.


Con lujo vivieron en la tierra y se dieron la gran vida, cebando sus apetitos... para el día de la matanza.


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