Daniel 2:9 - Nueva Biblia Española (1975)9 que si no me cuentan el sueño les tocará a todos una misma sentencia. Porque se han puesto de acuerdo para contarme mentiras y embustes mientras llega un cambio de situación. Así que cuéntenme el sueño, y me convenceré de que saben interpretarlo. Féach an chaibidilTuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 19609 Si no me mostráis el sueño, una sola sentencia hay para vosotros. Ciertamente preparáis respuesta mentirosa y perversa que decir delante de mí, entre tanto que pasa el tiempo. Decidme, pues, el sueño, para que yo sepa que me podéis dar su interpretación. Féach an chaibidilBiblia Nueva Traducción Viviente9 “¡Si no me cuentan el sueño, están condenados!”. Así que han conspirado para mentirme, con la esperanza de que yo cambie de idea, pero cuéntenme el sueño y entonces sabré que pueden explicarme el significado. Féach an chaibidilBiblia Católica (Latinoamericana)9 Si no me dan a conocer el sueño, todos ustedes serán ejecutados. De lo contrario, ustedes se pondrán de acuerdo para decirme cosas inventadas y engañosas mientras el tiempo pasa; cuéntenme pues el sueño y así sabré si son capaces de interpretarlo'. Féach an chaibidilLa Biblia Textual 3a Edicion9 Si no me mostráis el sueño, una misma será vuestra sentencia, pues os habéis confabulado para mentirme con palabras falsas mientras pasa el tiempo. ¡Declaradme de una vez el sueño, y sabré que podréis interpretármelo! Féach an chaibidilBiblia Serafín de Ausejo 19759 Ahora bien, si no me descubrís el sueño, es que también vosotros habéis tomado vuestra decisión: habéis concertado entre vosotros decirme falsedades y mentiras mientras pasa el tiempo. Por tanto, decidme el sueño, y entonces conoceré que podéis darme su interpretación'. Féach an chaibidil |
Los funcionarios reales y la gente de las provincias del Imperio saben que, por decreto real, cualquier hombre o mujer que se presente al rey en el patio interior sin haber sido llamado es reo de muerte; a no ser que el rey, extendiendo su cetro de oro, le perdone la vida. Pues bien, hace un mes que el rey no me ha llamado.
Miren: si al oír tocar la trompa, la flauta, la cítara, el laúd, el arpa, la vihuela y todos los demás instrumentos están dispuestos a postrarse adorando la estatua que he hecho, háganlo; pero si no la adoran, serán arrojados al punto dentro del horno encendido abrasador, y ¿qué Dios los librará de mis manos?