Apocalipsis 2:18 - Nueva Biblia Española (1975)

¹⁸ Para el mensajero de la iglesia de Tiatira escribe así: Esto dice el Hijo de Dios, el de ojos llameantes y pies como bronce:

Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

¹⁸ Y escribe al ángel de la iglesia en Tiatira: El Hijo de Dios, el que tiene ojos como llama de fuego, y pies semejantes al bronce bruñido, dice esto:

Biblia Nueva Traducción Viviente

¹⁸ »Escribe esta carta al ángel de la iglesia de Tiatira. Este es el mensaje del Hijo de Dios, el que tiene los ojos como llamas de fuego y los pies como bronce pulido:

Biblia Católica (Latinoamericana)

¹⁸ Escribe al ángel de la Iglesia de Tiatira: Así habla el Hijo de Dios, cuyos ojos son como llama de fuego y cuyos pies parecen de bronce brillante:

La Biblia Textual 3a Edicion

¹⁸ Escribe al ángel de la iglesia en Tiatira:° Esto dice el Hijo de Dios, el que tiene sus ojos como llama de fuego y sus pies semejantes al bronce bruñido:

Biblia Serafín de Ausejo 1975

¹⁸ Al ángel de la Iglesia de Tiatira escribe: 'Esto dice el Hijo de Dios, el que tiene los ojos como llama de fuego y los pies semejantes al bronce brillante:

Apocalipsis 2:18 Tagairtí Cros

Salmos 2:7

Voy a proclamar el decreto del Señor. El me ha dicho: 'Tú eres mi hijo, yo te he engendrado hoy.

Daniel 10:6

su cuerpo era como crisólito, su rostro como un relámpago, sus ojos como antorchas, sus brazos y piernas como destellos de bronce bruñido, sus palabras resonaban como una multitud.

Mateo 17:5

Todavía estaba él hablando, cuando una nube luminosa los cubrió, y dijo una voz desde la nube: Este es mi Hijo, a quien yo quiero, mi predilecto. Escúchenlo.

Mateo 27:54

El capitán y los soldados que con él custodiaban a Jesús, viendo el terremoto y todo lo que pasaba, dijeron aterrados: Verdaderamente éste era el Hijo de Dios.

Mateo 3:17

Se oyó una voz del cielo: Este es mi Hijo, a quien yo quiero, mi predilecto.

Lucas 1:35

El ángel le contestó: El Espíritu Santo bajará sobre ti y la fuerza del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso al que va a nacer lo llamarán 'Consagrado', Hijo de Dios.

Juan 1:14

Así que la Palabra se hizo hombre, acampó entre nosotros y hemos contemplado su gloria -la gloria que un hijo único recibe de su padre-: plenitud de amor y lealtad.

Juan 1:49

Natanael le respondió: Señor mío, tú eres el hijo de Dios, tu eres rey de Israel.

Juan 10:36

de mí, a quien el Padre consagró y envió al mundo, ¿dicen ustedes que blasfemo porque he dicho: 'Soy Hijo de Dios'?

Juan 3:16

Porque así demostró Dios su amor al mundo, llegando a dar a su Hijo único, para que todo el que le preste adhesión tenga vida definitiva y ninguno perezca.

Juan 3:18

El que le presta adhesión no está sujeto a sentencia; el que se niega a prestársela ya tiene la sentencia, por su negativa a prestarle adhesión en su calidad de Hijo único de Dios.

Juan 5:25

Sí, os aseguro que se acerca la hora o, mejor dicho, ha llegado, en que los muertos van a oír la voz del Hijo de Dios y los que la escuchen tendrán vida,

Hechos 16:14

Una de ellas, que se llamaba Lidia, natural de Tiatira, vendedora de púrpura, adicta al judaísmo, estaba escuchando, y el Señor le abrió el corazón para que hiciera caso de lo que decía Pablo.

Hechos 8:36

En el viaje llegaron a un sitio donde había agua, y dijo el eunuco:

Romanos 1:4

fue constituido Hijo de Dios en plena fuerza por su resurrección' de la muerte: Jesús, Mesías, Señor nuestro.

Romanos 8:32

Aquel que no se reservó a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo es posible que con él no nos lo regale todo?

Apocalipsis 1:11

Lo que vas a ver, escríbelo en un libro y mándalo a estas siete iglesias: Efeso, Esmirna, Pérgamo, Tiatira, Sardis, Filadelfia y Laodicea'.

Apocalipsis 2:1

Para el mensajero de la iglesia de Efeso escribe así: Esto dice el que tiene las siete estrellas en su mano derecha y anda entre los siete candelabros de oro:

Apocalipsis 2:24

Ahora me dirijo a ustedes, los demás de Tiatira que no profesan esa doctrina ni han experimentado lo que ellos llaman las profundidades de Satanás. No les impongo ninguna otra carga,