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2 Samuel 3:29 - Nueva Biblia Española (1975)

29 ¡Respondan de ella Joab y su casa! No falten nunca en tu familia tinosos ni gonorreicos, castrados, muertos a espada y muertos de hambre.

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Biblia Reina Valera 1960

29 Caiga sobre la cabeza de Joab, y sobre toda la casa de su padre; que nunca falte de la casa de Joab quien padezca flujo, ni leproso, ni quien ande con báculo, ni quien muera a espada, ni quien tenga falta de pan.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

29 Joab y su familia son los culpables. ¡Que la familia de Joab sea maldita! Que nunca falte un hombre de cada generación que padezca de llagas o de lepra, o que camine con muletas, o que muera a espada o que mendigue comida».

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Biblia Católica (Latinoamericana)

29 Caiga esa sangre sobre la cabeza de Joab y sobre toda la casa de su padre. ¡Que haya siempre en la casa de Joab enfermos de algún flujo o de lepra, hombres que sean buenos para trabajar con el huso, víctimas de la espada, y gente que carezca de pan!'

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La Biblia Textual 3a Edicion

29 ¡Recaiga cual torbellino sobre la cabeza de Joab y sobre toda la casa de su padre!° ¡Que nunca falte de la casa de Joab quien padezca flujo, ni quien sea leproso, ni quien se apoye en báculo, ni quien muera a espada, ni quien carezca de pan!

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

29 Caiga ésta sobre la cabeza de Joab y sobre toda la casa de su padre. Que no falte de la casa de Joab quien padezca de flujo, ni leproso, ni quien camine con muletas, ni quien caiga a filo de espada, ni quien carezca de pan'.

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2 Samuel 3:29
18 Tagairtí Cros  

Y David sentenció: ¡Eres responsable de tu muerte! Pues tu propia boca te acusó cuando dijiste: 'Yo he matado al ungido del Señor' .


El Señor te paga la matanza de la familia de Saúl, cuyo trono has usurpado. El Señor ha entregado el reino a tu hijo Absalón, mientras tú has caído en desgracia, porque eres un asesino.


David se enteró muy pronto y dijo: Ante el Señor y para siempre, yo y mi reino somos inocentes de la sangre de Abner, hijo de Ner.


Naamán, general del ejército del rey sirio, era un hombre que gozaba de la estima y del favor de su señor, pues por su medio el Señor había dado la victoria a Siria; pero estaba enfermo de la piel.


¡Que la enfermedad de Naamán se te pegue a ti y a tus descendientes para siempre! Guejazí salió con la piel descolorida; como nieve.


recaiga sobre él su maldad, su crueldad se vuelva contra él.


si el herido puede levantarse y salir a la calle con ayuda de un bastón, entonces el que lo hirió será declarado inocente: tendrá que pagar únicamente los gastos de la cura y la convalecencia.


Digan a los israelitas: Cuando un hombre padezca de gonorrea, es impuro.


No profanarán la tierra en que viven: con la sangre se profana la tierra, y por la sangre derramada en tierra no hay más expiación que la sangre del que la derramó.


Los indígenas, al ver el animal colgándole de la mano, comentaban: Seguro que este individuo es un asesino; se ha escapado del mar, pero la justicia divina no le consiente vivir.


y los ancianos del pueblo más cercano al lugar del crimen se lavarán las manos en el torrente, sobre la ternera desnucada,


a los que derramaron sangre de consagrados y profetas les diste a beber sangre. Se lo merecen.


Así, el asesinato de los setenta hijos de Yerubaal, la sangre de sus hermanos, recayó sobre Abimelec, que los había asesinado, y sobre los de Siquén, cómplices en el asesinato.


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