1 Corintios 9:8 - Nueva Biblia Española (1975)

⁸ Porque en la Ley de Moisés está escrito: 'No pondrás bozal al buey que trilla . ¿Le importan a Dios los bueyes,

Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

⁸ ¿Digo esto solo como hombre? ¿No dice esto también la ley?

Biblia Nueva Traducción Viviente

⁸ ¿Expreso meramente una opinión humana o dice la ley lo mismo?

Biblia Católica (Latinoamericana)

⁸ Esto que les recuerdo no son solamente costumbres del mundo, pues la Ley dice lo mismo.

La Biblia Textual 3a Edicion

⁸ ¿Acaso digo esto según el hombre?° ¿O no dice también estas cosas la ley?

Biblia Serafín de Ausejo 1975

⁸ ¿Acaso esto que digo es mero razonamiento humano? ¿No las dice también la ley?

1 Corintios 9:8 Tagairtí Cros

Isaías 8:20

en busca de instrucciones garantizadas? Seguro que les hablarán así.

Romanos 3:31

Entonces, con la fe, ¿anulamos la Ley? Nada de eso; al revés, la Ley la convalidamos.

Romanos 3:5

Pero entonces, si nuestra iniquidad hace resaltar la rectitud de Dios, ¿qué se deduce? ¿No es Dios injusto al descargar la cólera? Hablo en términos humanos.

Romanos 6:19

(hablo en términos humanos, por lo flojos que están). Me explico: igual que antes cedieron su cuerpo como esclavo a la inmoralidad y al desorden, para el desorden total, cédanlo ahora a la honradez, para su consagración.

1 Corintios 14:34

Las mujeres guarden silencio en la asamblea', no les está permitido hablar; en vez de eso, que se muestren sumisas, como lo dice también la Ley.

1 Corintios 7:40

Sin embargo, será más feliz si se queda como está; ésta es mi opinión, y Espíritu de Dios creo tener también yo.

Gálatas 1:11

Les advierto además, hermanos, que la buena noticia que yo les anuncié no es invento humano;

1 Tesalonicenses 2:13

Esa es precisamente la razón por la que damos gracias a Dios sin cesar; que al oírnos predicar el mensaje de Dios, no lo recibieron como palabra humana, sino como lo que es realmente, como palabra de Dios, que despliega su energía en ustedes los creyentes;

1 Tesalonicenses 4:8

por consiguiente, quien rechaza estas instrucciones, no rechaza a un hombre, sino a Dios, el que les da su Espíritu Santo.