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1 Corintios 15:2 - Nueva Biblia Española (1975)

2 ese que los está salvando..., si lo conservan en la forma como yo se lo anuncié; de no ser así, fue inútil que creyeran.

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Biblia Reina Valera 1960

2 por el cual asimismo, si retenéis la palabra que os he predicado, sois salvos, si no creísteis en vano.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

2 Esa es la Buena Noticia que los salva si ustedes siguen creyendo el mensaje que les prediqué, a menos que hayan creído algo que desde un principio nunca fue cierto.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

2 y por ella se salvarán si la guardan tal como yo se la anuncié, a no ser que hayan creído cosas que no son.

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La Biblia Textual 3a Edicion

2 Por el cual también, si os aferráis a la palabra que os prediqué, sois salvos, si no creísteis en vano.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

2 y por el cual encontráis salvación, si es que conserváis la palabra que os anuncié; de lo contrario, de nada os sirvió haber creído.

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1 Corintios 15:2
31 Tagairtí Cros  

compra la verdad y no la vendas, la sensatez, la educación y la prudencia;


Hijo mío, no olvides mis instrucciones, conserva en la memoria mis preceptos,


agárrate a la corrección, no la sueltes; consérvala, porque te va la vida;


Los de las rocas' son los que, al escucharlo, reciben el mensaje con alegría, pero éstos no tienen' raíces; son los que por algún tiempo creen, pero en el momento de la prueba desertan.


alabando a Dios con alegría y de todo corazón, siendo bien vistos de todo el pueblo; y día tras día el Señor iba agregando al grupo a los que se iban salvando.


También Simón creyó, y una vez bautizado no se apartaba de Felipe; y presenciando las grandes señales y milagros que sucedían, se quedaba asombrado.


Porque yo no me acobardo de anunciar la buena noticia, fuerza de Dios para salvar a todo el que cree, primero al judío, pero también al griego,


Fíjate en la bondad y en la severidad de Dios; para los que cayeron, severidad; para ti, su bondad. Con tal que no te salgas de su bondad, que, si no, también a ti pueden cortarte;


De hecho, el mensaje de la Cruz para los que se pierden resulta una locura; en cambio, para los que se salvan, para nosotros, es un portento de Dios,


Miren, cuando Dios mostró su saber, el mundo no reconoció a Dios a través del saber; por eso Dios tuvo a bien salvar a los que creen con esa locura que predicamos.


Los felicito porque siempre me recuerdan y porque mantienen las tradiciones como se las transmití.


y si el Mesías no ha resucitado, entonces nuestra predicación no tiene contenido ni la fe de ustedes tampoco.


Porque somos el incienso que el Mesías ofrece a Dios entre los que se salvan y los que se pierden;


Secundando, pues, su obra, les exhortamos también a no echar en saco roto esta gracia de Dios.


¡Tan magníficas experiencias en vano!, suponiendo que hayan sido en vano.


De hecho, gracias a esa generosidad están ya salvados por la fe; es decir, no viene de ustedes, es don de Dios;


a condición de que permanezcan cimentados y estables en la fe y fijos en la esperanza que escucharon en el evangelio; el que se proclama a toda criatura bajo el cielo, y a cuyo servicio yo, Pablo fui destinado.


Por tanto, hermanos, sigan firmes y mantengan las tradiciones que les enseñamos de palabra o por carta.


él nos salvó y nos llamó a una vida consagrada, no por méritos nuestros, sino por aquella decisión suya y aquella gracia que nos concedió en el Mesías Jesús antes que empezaran los tiempos,


aferrémonos a la firme esperanza que profesamos, pues fiel es quien hizo la promesa,


Por esa razón, para no ir a la deriva, tenemos que prestar más atención a lo aprendido.


Porque somos compañeros del Mesías siempre que mantengamos firme hasta el final la actitud del principio,


mientras el Mesías la tiene como Hijo, al frente de la casa, y esa casa somos nosotros, con tal que mantengamos esa seguridad y esa honra que es la esperanza.


Teniendo, pues, un sumo sacerdote extraordinario que ha atravesado los cielos, Jesús el Hijo de Dios, mantengamos firmes la fe que profesamos.


el buen corazón se ríe del juicio. Hermanos míos, ¿de qué le sirve a uno decir que tiene fe si no tiene obras? ¿Es que esa fe podrá salvarlo?


Pues lo mismo la fe: si no tiene obras, ella sola es un cadáver.


Ó sea, lo mismo que un cuerpo que no respira es un cadáver, también la fe sin Obras es un cadáver.


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