Bíobla ar líne

Fógraí


An Bíobla ar fad Sean-Tiomna Tiomna Nua




Apocalipsis 8:1 - NT Traducción Contemporánea de la Biblia

Cuando el Cordero rompió el séptimo sello, se hizo silencio en el cielo como por media hora.

Féach an chaibidil
Taispeáin Interlinear Bible

Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

Cuando abrió el séptimo sello, se hizo silencio en el cielo como por media hora.

Féach an chaibidil

Biblia Nueva Traducción Viviente

Cuando el Cordero rompió el séptimo sello del rollo, hubo silencio por todo el cielo durante una media hora.

Féach an chaibidil

Biblia Católica (Latinoamericana)

Cuando el Cordero abrió el séptimo sello, se produjo en el Cielo un silencio como de media hora.

Féach an chaibidil

La Biblia Textual 3a Edicion

Cuando abrió el séptimo sello, se hizo silencio en el cielo como por media hora.

Féach an chaibidil

Biblia Serafín de Ausejo 1975

Cuando abrió el séptimo sello, hubo un silencio en el cielo como de media hora.

Féach an chaibidil

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Y cuando abrió el séptimo sello, fue hecho silencio en el cielo como por media hora.

Féach an chaibidil
Aistriúcháin eile



Apocalipsis 8:1
14 Tagairtí Cros  

Ellos se fueron, aseguraron la tumba y la sellaron, y pusieron la guardia.


En la mano derecha del que estaba sentado en el trono vi un libro enrollado escrito por ambos lados y sellado con siete sellos.


Y cantan un nuevo cántico: Digno eres de recibir el libro y de romper sus sellos, porque fuiste sacrificado y con tu sangre compraste para Dios gente de toda raza, lengua, pueblo y nación.


Vi cuando el Cordero rompió el primero de los siete sellos y oí a uno de los cuatro seres vivientes que decía con voz de trueno: “¡Ven!”.


Vi que el Cordero rompió el sexto sello, y entonces se produjo un gran terremoto; el sol se oscureció como si se hubiera vestido de luto, la luna entera se tornó roja como la sangre;


Cuando el Cordero rompió el segundo sello, oí al segundo ser viviente que decía: “¡Ven!”.


Cuando el Cordero rompió el tercer sello, oí al tercero de los seres vivientes que decía: “¡Ven!”. Miré y apareció un caballo negro; y su jinete tenía una balanza en la mano.


Cuando el Cordero rompió el cuarto sello, oí la voz del cuarto ser viviente que decía: ¡Ven!


Cuando el Cordero rompió el quinto sello, vi debajo del altar las almas de los que habían sufrido el martirio por causa de la palabra de Dios y por mantenerse fieles en su testimonio.