Pero Pedro lo levantó y le dijo: ¡Levántate, no hagas eso, yo soy tan solo un ser humano!
Apocalipsis 22:8 - NT Traducción Contemporánea de la Biblia Yo, Juan, soy el que ve y oye todas estas cosas. Y cuando vi y oí, me postré para adorar al ángel que me había estado mostrando todo esto. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Yo Juan soy el que oyó y vio estas cosas. Y después que las hube oído y visto, me postré para adorar a los pies del ángel que me mostraba estas cosas. Biblia Nueva Traducción Viviente Yo, Juan, soy el que vio y oyó todas estas cosas. Cuando las oí y las vi, me postré para adorar a los pies del ángel que me las mostró. Biblia Católica (Latinoamericana) Yo, Juan, vi y oí todo esto. Al terminar las palabras y las visiones caí a los pies del ángel que me había mostrado todo esto, para adorarlo, La Biblia Textual 3a Edicion Y yo, Juan, soy el que oí y vi estas cosas. Y cuando las hube oído y visto, caí para adorar delante de los pies del ángel que me mostraba estas cosas. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Yo, Juan, soy el que oía y veía estas cosas. Después de ver y oír, me postré en adoración a los pies del ángel que me enseñaba estas cosas. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y yo Juan vi y oí estas cosas. Y después que las hube oído y visto, me postré para adorar a los pies del ángel que me mostraba estas cosas. |
Pero Pedro lo levantó y le dijo: ¡Levántate, no hagas eso, yo soy tan solo un ser humano!
Revelación de Jesucristo, quien Dios dio como máxima revelación, para mostrar a los que están comprometidos con Él las cosas que en poco tiempo son necesarias que sucedan. Envió a su ángel para dar a conocer a través de señales la revelación a Juan, su servidor,
Cordial saludo de Juan, a las siete iglesias que están en Asia: que la gracia, que es vivir la vida de Dios en Cristo Jesús, y la paz, que se fundamenta en la justicia, sean parte de la naturaleza cristiana de ustedes; de parte de Aquel que es, que era y que está viniendo; de parte de los siete espíritus que están ante su trono;
Me arrodillé a los pies del ángel para adorarlo, pero me dijo: “¡No hagas eso! Soy un siervo como tú y tus hermanos que viven el testimonio de Jesús. ¡Adora a Dios! Porque el testimonio de Jesús es el espíritu de la profecía”. La victoria del jinete
Vi entonces a la bestia y a los reyes de la tierra junto con sus ejércitos reunidos para hacer la guerra al jinete del caballo y a su ejército.