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Apocalipsis 19:10 - NT Traducción Contemporánea de la Biblia

10 Me arrodillé a los pies del ángel para adorarlo, pero me dijo: “¡No hagas eso! Soy un siervo como tú y tus hermanos que viven el testimonio de Jesús. ¡Adora a Dios! Porque el testimonio de Jesús es el espíritu de la profecía”. La victoria del jinete

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Biblia Reina Valera 1960

10 Yo me postré a sus pies para adorarle. Y él me dijo: Mira, no lo hagas; yo soy consiervo tuyo, y de tus hermanos que retienen el testimonio de Jesús. Adora a Dios; porque el testimonio de Jesús es el espíritu de la profecía.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

10 Entonces me postré a sus pies para adorarlo, pero me dijo: «No, no me adores a mí. Yo soy un siervo de Dios, como tú y tus hermanos que dan testimonio de su fe en Jesús. Adora únicamente a Dios, porque la esencia de la profecía es dar un claro testimonio de Jesús».

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Biblia Católica (Latinoamericana)

10 Caí a sus pies para adorarlo, pero él me dijo: 'No lo hagas, yo no soy más que un servidor como tú y como tus hermanos que transmiten las declaraciones de Jesús (son declaraciones de Jesús las que vienen del espíritu de los profetas). Sólo debes adorar a Dios.

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La Biblia Textual 3a Edicion

10 Y yo caí ante sus pies para adorarlo, pero me dijo: ¡Mira, no!, que soy consiervo tuyo y de tus hermanos, de los que retienen el testimonio de Jesús.° ¡Adora a Dios! porque el testimonio de Jesús es el espíritu de la profecía.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

10 Yo caí a sus pies para adorarlo. Pero me dijo: 'No hagas eso. Consiervo tuyo soy y de tus hermanos, que tienen el testimonio de Jesús. A Dios has de adorar'. Pues el testimonio de Jesús es el espíritu de profecía.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

10 Y yo me postré a sus pies para adorarle. Y él me dijo: Mira, no lo hagas; yo soy consiervo tuyo, y de tus hermanos que tienen el testimonio de Jesús. Adora a Dios; porque el testimonio de Jesús es el espíritu de la profecía.

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Apocalipsis 19:10
40 Tagairtí Cros  

Jesús le respondió: – ¡Lárgate de aquí Satanás! Pues escrito está: “Al Señor tu Dios adorarás y solo a Él le servirás”.


En ese momento llegó un hombre, jefe de la sinagoga, cuyo nombre era Jairo, y al ver a Jesús se postró ante sus pies


De inmediato, una mujer se enteró que Jesús estaba en aquella casa, ella tenía una hija poseída por un espíritu maligno, por eso lo buscó y se postró a sus pies.


El ángel le respondió: – Yo soy Gabriel, siempre estoy en la presencia de Dios, y fui enviado para anunciarte estas buenas noticias.


Jesús les dijo: – Esto es lo que les había anunciado cuando todavía estaba con ustedes: que todo lo que está escrito sobre mí en la ley de Moisés, los libros de los profetas y en los Salmos tiene que cumplirse.


Estudien las Escrituras, porque ustedes piensan que en ellas está la vida eterna, y ellas son las que testifican de mí;


Todos los profetas también testificaron de Cristo, que todo el que cree en Él recibe, por medio de su nombre, el perdón de los pecados.


Los que habitan en Jerusalén, junto con sus gobernantes, no reconocieron a Jesús, no entendieron las palabras de los profetas aunque las leían cada sábado, no obstante, sin darse cuenta cumplieron las Escrituras condenándolo a la crucifixión.


Ustedes son ricos en todo: en fe por identidad, en palabra, en conocimiento, en buena voluntad para ayudar y en el amor sacrificial que han aprendido de nosotros; por eso esperamos que al ayudar con esta ofrenda bondadosa también demuestren su abundancia y generosidad.


Miren, cuiden mucho cómo vivir el testimonio cristiano, no como necios, sino como sabios,


Este es el modelo, cada uno de ustedes amen sacrificialmente a sus esposas, como a sí mismos; y la esposa, primero respétese a sí misma para respetar a su esposo.


Nosotros practicamos la verdadera circuncisión, que consiste en vivir y servir a Dios en espíritu, nos gloriamos en Cristo Jesús, y no confiamos en las prácticas religiosas de la carne.


Asegúrense de que nadie devuelva mal por mal, al contrario, venzan el mal con el bien, sean buenos no solamente entre ustedes, sino también con todos.


¿No son todos los ángeles espíritus dedicados al servicio divino, enviados para ayudar a los que han de heredar la salvación?


Tengan cuidado de no rechazar al que habla, pues si no escaparon aquellos que rechazaron al que los disciplinaba en la tierra, mucho menos escaparemos nosotros si le volvemos la espalda al que nos disciplina desde el cielo.


El que tiene fe por identidad en el Hijo de Dios, tiene un testimonio que va más allá de las palabras, testifica con su propia vida a Jesús. El que no tiene fe en Dios, hace que Dios parezca mentiroso, porque el mismo Dios, a través de su Hijo Jesús testificó con su vida y el que no cree que Jesús es el Hijo de Dios no ha aceptado el testimonio de Dios.


Queridos hijos, cuídense ustedes mismos de la idolatría.


Revelación de Jesucristo, quien Dios dio como máxima revelación, para mostrar a los que están comprometidos con Él las cosas que en poco tiempo son necesarias que sucedan. Envió a su ángel para dar a conocer a través de señales la revelación a Juan, su servidor,


Yo, Juan, hermano de ustedes y compañero en el sufrimiento, en el reino y en la perseverancia que tenemos en Jesús, me encontraba exiliado en la isla de Patmos por causa de la palabra de Dios y del testimonio de Jesús.


Nuestros hermanos vencieron por la sangre del Cordero, y con sus testimonios de vida, y no se aferraron a sus propias vidas, sino que las entregaron bajo riesgo de muerte, por amor fueron mártires.


Entonces, el dragón se puso furioso con la mujer y se fue a hacer guerra contra sus descendientes, que son los que cumplen los mandamientos de Dios y viven el testimonio de Jesús.


diciendo a gran voz: “Teman a Dios y denle gloria, porque ha llegado la hora de su juicio. Adoren al que hizo el cielo, la tierra, el mar y todos los manantiales.”


¿Quién no te temerá, oh Señor? ¿Quién no glorificará tu nombre? Solo Tú eres santo. Todas las naciones vendrán y te adorarán, porque fueron manifestadas las obras de tu justicia”.


Y me dijo: Escribe: “¡Plenamente felices los que han sido invitados a la fiesta de bodas del Cordero!”. Luego me dijo: “Estas son verdaderas palabras de Dios”.


y los veinticuatro ancianos se postran ante Él y adoran al que vive por los siglos de los siglos. Y se quitan sus coronas y las colocan delante del trono cantando:


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