Y Jesús enseñaba a todos, diciendo: – ¿No está escrito que mi casa es casa de oración para todas las naciones? ¡Pero ustedes la convirtieron en cueva de ladrones!.
Apocalipsis 18:15 - NT Traducción Contemporánea de la Biblia Los comerciantes que se habían enriquecido gracias a lo que le vendían a ella, se alejarán, pues tendrán miedo de recibir su mismo tormento, llorando y lamentándose, Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Los mercaderes de estas cosas, que se han enriquecido a costa de ella, se pararán lejos por el temor de su tormento, llorando y lamentando, Biblia Nueva Traducción Viviente Los comerciantes que se enriquecieron vendiéndole esas cosas, se mantendrán a distancia, aterrados por el gran tormento de ella. Llorarán y clamarán: Biblia Católica (Latinoamericana) Los que traficaban con estas cosas y con ella se enriquecían, se mantendrán a distancia horrorizados por su castigo. Llorando y lamentándose La Biblia Textual 3a Edicion Los mercaderes de estas cosas, que se enriquecieron a costa de ella, se detendrán a lo lejos por el temor de su tormento, llorando y lamentando, Biblia Serafín de Ausejo 1975 Cuantos comerciaban con estos productos y se enriquecieron con ella se detendrán a lo lejos por miedo a su tormento, llorando y lamentándose Biblia Reina Valera Gómez (2023) Los mercaderes de estas cosas, que se han enriquecido por ella, se pararán lejos por el temor de su tormento, llorando y lamentando, |
Y Jesús enseñaba a todos, diciendo: – ¿No está escrito que mi casa es casa de oración para todas las naciones? ¡Pero ustedes la convirtieron en cueva de ladrones!.
Pero los dueños de ella se enfurecieron cuando se dieron cuenta que su negocio se había esfumado, porque perdieron las ganancias que obtenían a través de la muchacha. Entonces arrestaron a Pablo y a Silas y los arrastraron hasta la plaza pública donde estaban las autoridades;
oro, plata, piedras preciosas y perlas, telas de lino fino, de púrpura, de seda y telas rojas, toda clase de maderas de buen perfume, todo objeto de marfil, de madera valiosa, de cobre, de hierro y de mármol,
además, canela, especias aromáticas, incienso, mirra, perfumes, madera del Líbano, vino, aceite de oliva, harina fina trigo, ganado, ovejas, caballos, carros y hasta de seres humanos, vendidos como esclavos.
Y dirán: “Se ha apartado de ti el fruto que con toda el alma codiciabas; has perdido todas tus cosas exquisitas y espléndidas, y nunca las recuperarás”.
Se echaron polvo en la cabeza, llorando, lamentándose y gritando: “¡Ay! ¡Ay de la gran ciudad, que por su consumismo y poder se enriquecieron todos los dueños de barcos y los que trabajaban en el mar! ¡En solo una hora ha sido desolada!”.
Pues ella hizo que todas las naciones bebieran del excitante vino de su inmoralidad sexual; los reyes de la tierra se prostituyeron con ella y los comerciantes se hicieron ricos con la extravagancia de sus lujos”.