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Apocalipsis 14:1 - NT Traducción Contemporánea de la Biblia

Entonces vi al Cordero de pie en el monte Sión, y junto a Él estaban ciento cuarenta y cuatro mil seguidores suyos, que tenían escritos en la frente los nombres del Cordero y de su Padre.

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Biblia Reina Valera 1960

Después miré, y he aquí el Cordero estaba en pie sobre el monte de Sion, y con él ciento cuarenta y cuatro mil, que tenían el nombre de él y el de su Padre escrito en la frente.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Luego vi al Cordero de pie sobre el monte Sion, y con él había 144.000 que tenían el nombre del Cordero y el de su Padre escrito en la frente.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Tuve otra visión: el Cordero estaba de pie sobre el monte Sión y lo rodeaban ciento cuarenta y cuatro mil personas que llevaban escrito en la frente el nombre del Cordero y el nombre de su Padre.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Y miré, y he aquí el Cordero en pie sobre el monte Sión, y con Él ciento cuarenta y cuatro mil, que tienen su nombre y el nombre de su Padre escrito en sus frentes.°

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Miré y apareció el Cordero, de pie sobre el monte Sión, y con él ciento cuarenta y cuatro mil que tenían su nombre y el nombre de su Padre escrito en la frente.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Y miré, y he aquí un Cordero estaba en pie sobre el monte de Sión, y con Él ciento cuarenta y cuatro mil, que tenían el nombre de su Padre escrito en sus frentes.

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Apocalipsis 14:1
30 Tagairtí Cros  

Les aseguro que cualquier persona que me reconozca delante de la gente, es decir, que testifique de mí con su propia vida, también el Hijo del Hombre la reconocerá, y dará testimonio de ella delante de los ángeles de Dios;


como está escrito: “Miren, yo pongo en Sión una piedra de tropiezo y una roca que hace caer; pero el que confíe en ella no será defraudado”.


Y vi, y apareció una nube blanca sobre la que estaba sentado uno semejante al Hijo del Hombre; tenía una corona de oro en su cabeza y en su mano una hoz afilada.


Y entonan un cántico nuevo delante del trono, en presencia de los cuatro seres vivientes y de los ancianos. Nadie podía aprender aquel canto, excepto los ciento cuarenta y cuatro mil que habían sido comprados y redimidos de entre los seres humanos de la tierra.


Después de esto vi que fue abierto el templo del cielo, el lugar santísimo del tabernáculo donde están las tablas de la alianza;


y verán su rostro y su nombre estará en sus frentes.


Al vencedor, lo haré columna del templo de mi Dios y ya no saldrá de allí; escribiré en él el nombre de mi Dios y el nombre de la ciudad de mi Dios, la nueva Jerusalén, la que baja del cielo de parte de mi Dios; también grabaré en él mi nuevo nombre.


Después de esto miré y había una puerta abierta en el cielo, y la voz que me había hablado antes con sonido como de trompeta me dijo: – Sube acá: voy a mostrarte lo que tiene que suceder después de esto.


Miré y apareció un caballo con un color como de cadáver; su jinete se llamaba Muerte y el Hades lo seguía de cerca. Y se les otorgó autoridad sobre la cuarta parte de la tierra, para matar por medio de la espada, del hambre, de pestes y de las fieras de la tierra.