Salmos 139:1 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 Señor, tú me has examinado el corazón y me conoces muy bien. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Oh Jehová, tú me has examinado y conocido. Biblia Nueva Traducción Viviente Oh Señor, has examinado mi corazón y sabes todo acerca de mí. Biblia Católica (Latinoamericana) Señor, tú me examinas y conoces, La Biblia Textual 3a Edicion Al director del coro. Salmo de David. Oh YHVH, Tú me has escudriñado y conocido. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Del director. De David. Salmo. Tú me escrutas, Señor, y me conoces: Biblia Reina Valera Gómez (2023) Al Músico principal: Salmo de David Oh Jehová, tú me has examinado y conocido. |
escúchalos desde los cielos, perdónalos y responde en favor de todos los que hayan hecho una confesión sincera; porque tú conoces cada corazón.
»”Yo sé todo de ti. Conozco todos tus planes y sé a dónde vas. Además, sé lo que has dicho en contra mía.
¿Qué más puedo decir? ¡Tú sabes que no soy más que un perro; no obstante, has decidido darme honor!
Luego David se dirigió a Salomón y le dijo: «Salomón, hijo mío, dedícate a conocer al Dios de tus padres; adóralo y sírvele con un corazón limpio y una correcta disposición, porque el Señor ve todo corazón, y entiende y conoce todo pensamiento. Si tú lo buscas, lo encontrarás; pero si tú lo abandonas, él te desechará por completo.
Examíname, Dios, y conoce mi corazón; pruébame y conoce mis pensamientos.
Has probado mis pensamientos; aun de noche has examinado mi corazón. Has buscado dentro de mí sin hallar nada incorrecto y sabes que he dicho la verdad.
En cuanto a mí respecta, tú conoces mi corazón, bien sabes cuánto anhelo serte fiel. ¡Sin embargo, soy pobre, oh Señor! ¡Señor, llévalos arrastrados como ovejas silenciosas al matadero! ¡Júzgalos, oh Dios!
Por tercera vez Jesús le preguntó: ―Simón, hijo de Juan, ¿me quieres? Pedro se puso triste de que Jesús le preguntara por tercera vez: «¿Me quieres?». Entonces le dijo: ―Señor, tú lo sabes todo; tú sabes que te quiero. Jesús le dijo: ―Cuida de mis ovejas.
Nada de lo que él ha creado puede esconderse de aquel a quien tendremos que rendir cuentas de nuestros hechos.
»Escríbele al ángel de la iglesia en Tiatira: Este es un mensaje del Hijo de Dios, cuyos ojos fulguran como llamas de fuego y cuyos pies son como bronce al rojo vivo.
Y a los hijos de esa mujer los heriré de muerte. Así sabrán todas las iglesias que yo escudriño la mente y el corazón y que a cada uno le doy su merecido.