1 Reyes 8:39 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 200839 escúchalos desde los cielos, perdónalos y responde en favor de todos los que hayan hecho una confesión sincera; porque tú conoces cada corazón. Féach an chaibidilTuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 196039 tú oirás en los cielos, en el lugar de tu morada, y perdonarás, y actuarás, y darás a cada uno conforme a sus caminos, cuyo corazón tú conoces (porque solo tú conoces el corazón de todos los hijos de los hombres); Féach an chaibidilBiblia Nueva Traducción Viviente39 oye entonces desde el cielo donde vives y perdona. Haz con tu pueblo según merecen sus acciones, porque solo tú conoces el corazón de cada ser humano. Féach an chaibidilBiblia Católica (Latinoamericana)39 entonces tú, desde lo alto de los cielos donde habitas, escucha y perdona. Tú conoces su corazón, pues tú y nadie más que tú conoce el corazón de todos los hombres: premia a cada uno según sus obras. Féach an chaibidilLa Biblia Textual 3a Edicion39 entonces escucha Tú desde los cielos, el lugar de tu morada, y perdona, y aplica lo que merezca cada uno conforme a todos sus caminos, pues Tú conoces su corazón; porque sólo Tú conoces el corazón de todos los hijos del hombre; Féach an chaibidilBiblia Serafín de Ausejo 197539 escucha desde el cielo, lugar de tu morada, y perdona y actúa y da a cada uno según su conducta, tu que conoces su corazón, porque sólo tú conoces el corazón de todos los hijos de los hombres, Féach an chaibidil |
Luego David se dirigió a Salomón y le dijo: «Salomón, hijo mío, dedícate a conocer al Dios de tus padres; adóralo y sírvele con un corazón limpio y una correcta disposición, porque el Señor ve todo corazón, y entiende y conoce todo pensamiento. Si tú lo buscas, lo encontrarás; pero si tú lo abandonas, él te desechará por completo.
―El Señor Dios de los dioses, sí, el Señor Dios de los dioses sabe que no hemos edificado el altar en rebeldía contra él. Él sabe (y que lo sepa todo Israel también) que nosotros no hemos edificado el altar para ofrecer holocaustos, ofrendas de harina o sacrificios de paz. Que la maldición de Dios caiga sobre nosotros si hemos tenido tal intención.