―Sí, lo sé —le respondió el Señor en un sueño—. Es por eso que te impedí que pecaras contra mí, y no te dejé tocarla.
Rut 2:9 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 Sigue detrás de mis segadoras. Yo les he dicho a los hombres que no te molesten; y cuando tengas sed, bebe del agua que sacan los criados. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Mira bien el campo que sieguen, y síguelas; porque yo he mandado a los criados que no te molesten. Y cuando tengas sed, ve a las vasijas, y bebe del agua que sacan los criados. Biblia Nueva Traducción Viviente Fíjate en qué parcela están cosechando y síguelas. Advertí a los hombres que no te traten mal. Y cuando tengas sed, sírvete del agua que hayan sacado del pozo. Biblia Católica (Latinoamericana) Quédate aquí y no te separes de los trabajadores. Síguelos a cualquier potrero donde vayan a segar. Yo les daré órdenes de que no te molesten. Y si tienes sed, no tienes más que acercarte a los cántaros donde tienen agua. La Biblia Textual 3a Edicion Fíjate en el campo que sieguen y síguelas; ¿No he mandado yo a los criados que no te molesten? Y cuando tengas sed, ve a los cántaros y bebe del agua que saquen los criados. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Tú te fijas en el campo que se siega y te vas tras ellas. ¿No he mandado a los criados que no te molesten? Y cuando tengas sed, vete a los cántaros y bebe de lo que hayan sacado del pozo los jóvenes'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Mira bien el campo que ellas siegan, y síguelas; porque yo he mandado a los criados que no te toquen. Y si tuvieres sed, ve a los vasos, y bebe del agua que sacan los criados. |
―Sí, lo sé —le respondió el Señor en un sueño—. Es por eso que te impedí que pecaras contra mí, y no te dejé tocarla.
»¡Ay, amigos míos, compadézcanme porque la airada mano de Dios me ha tocado!
Pues tampoco el que se acuesta con la mujer infiel y se enreda con ella, quedará sin castigo.
Y el que le dé al más humilde de mis discípulos un vaso de agua por el simple hecho de que es mi discípulo recibirá su recompensa: esto se lo aseguro yo a ustedes».
En cuanto a lo que me preguntaron por carta, les contesto: es mejor que no se casen.
Nadie que forme parte de la familia de Dios peca de manera habitual, porque Cristo, el Hijo de Dios, lo tiene bien agarrado y el diablo no puede echarle mano.
Ella le dio gracias de todo corazón: ―¿Cómo puedes ser tan bondadoso conmigo? —preguntó—. Tú sabes que yo tan sólo soy una extranjera.
Booz se dirigió a ella y le dijo: ―Escucha, hija mía. Quédate aquí para espigar. No vayas a otros campos.