El perezoso desea mucho pero obtiene poco; el que trabaja obtendrá todo lo que desea.
Rut 2:7 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 Me pidió permiso esta mañana para recoger las gavillas que se les caían a los segadores, y ha estado recogiéndolas desde entonces, salvo unos pocos minutos que estuvo descansando a la sombra. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 y ha dicho: Te ruego que me dejes recoger y juntar tras los segadores entre las gavillas. Entró, pues, y está desde por la mañana hasta ahora, sin descansar ni aun por un momento. Biblia Nueva Traducción Viviente Esta mañana me pidió permiso para recoger grano detrás de los segadores. Desde que llegó no ha dejado de trabajar con esmero, excepto por unos momentos de descanso en el refugio. Biblia Católica (Latinoamericana) La autoricé para que recogiera las espigas que dejan los segadores, y es lo que ha hecho toda la mañana sin parar. La Biblia Textual 3a Edicion Y ha dicho: Permíteme que rebusque y recoja entre las gavillas, detrás de los segadores. Así pues ha venido, y ahí sigue desde por la mañana hasta ahora, salvo un momento que reposó en casa. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Ella me dijo: 'Permíteme espigar fuera de las gavillas tras los segadores'. Llegó y ha estado desde la mañana hasta ahora, sin descansar más que un momento en la cabaña'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) y ha dicho: Te ruego que me dejes recoger y juntar tras los segadores entre las gavillas: Entró, pues, y está desde por la mañana hasta ahora, menos un poco que se detuvo en casa. |
El perezoso desea mucho pero obtiene poco; el que trabaja obtendrá todo lo que desea.
El honrar al Señor enseña sabiduría; primero viene la humildad y luego la honra.
¿Conoces a algún hombre trabajador? Él será siervo de reyes y no de gente común.
Haz bien todo lo que emprendas, porque en la muerte, a la cual vas, no hay trabajo, planes, saber ni entendimiento.
«¡Dichosos los que reconocen su pobreza espiritual, porque de ellos es el reino de los cielos!
No sean perezosos; sirvan al Señor con el entusiasmo que da el Espíritu.
Así que no nos cansemos de hacer el bien, porque si lo hacemos sin desmayar, a su debido tiempo recogeremos la cosecha.
Un día Rut le dijo a Noemí: ―Quizás yo pueda ir a los campos de algún hombre bondadoso para recoger algunas de las gavillas que quedan tras los segadores. Y Noemí dijo: ―Muy bien, hija mía, ve a hacer lo que has dicho.
―Me dijo que regresara y espigara muy cerca de las segadoras hasta que haya terminado la cosecha de todo el campo —añadió Rut.
Booz se dirigió a ella y le dijo: ―Escucha, hija mía. Quédate aquí para espigar. No vayas a otros campos.