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Proverbios 30:3 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

No he conocido la sabiduría, ni tampoco conozco al Dios santo.

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Biblia Reina Valera 1960

Yo ni aprendí sabiduría, Ni conozco la ciencia del Santo.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

No he dominado la sabiduría humana ni conozco al Santo.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

¡sí, yo que no aprendí la sabiduría, pensé conocer la ciencia del Santo!

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La Biblia Textual 3a Edicion

No he aprendido sabiduría, Ni comprendo la ciencia del Santo:°

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Dios me enseñó la sabiduría, y aprendí la ciencia del Santo.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Yo ni aprendí sabiduría, ni tengo el conocimiento del Santo.

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Proverbios 30:3
15 Tagairtí Cros  

¿Quién ha subido y bajado del cielo? ¿Quién retiene el viento en su puño o envuelve el mar en su manto? ¿Quién ha establecido los límites de la tierra? ¿Quién sabe su nombre y el de su hijo? Dímelo si lo sabes.


Lo primero que hay que hacer para adquirir sabiduría es honrar al Señor; conocer al Santo es tener inteligencia.


El que es alto y excelso y habita la eternidad, aquel cuyo nombre es santo, dice así: Yo moro en aquel elevado y santo sitio, pero también estoy donde habitan los pobres y los afligidos, y a ellos les doy ánimo y aliento.


Quítales la inteligencia, tápales los oídos y ciérrales los ojos. No quiero que vean, oigan ni entiendan, ni que se vuelvan a mí para que los sane.


En gran coro antifonal cantaban: ―Santo, Santo, Santo es el Señor Todopoderoso; toda la tierra está llena de su gloria.


»El Padre me ha confiado todas las cosas. Sólo el Padre conoce al Hijo y sólo el Hijo conoce al Padre, y también aquellos a quienes el Hijo se lo revela.


―Dios te ha bendecido, Simón, hijo de Jonás —le dijo Jesús—, porque esto no lo aprendiste de labios humanos. ¡Mi Padre celestial te lo reveló personalmente!


Y esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien tú enviaste.


¡Qué inmensas son las riquezas de la sabiduría y del conocimiento de Dios! ¡Qué difícil es entender sus decisiones y explicar lo que hace!


»Escríbele al ángel de la iglesia en Filadelfia: Este mensaje te lo envía el Santo y Verdadero, el que tiene la llave de David, el que abre y nadie puede cerrar, y cierra y nadie puede abrir.


Cada uno de ellos tenía seis alas y estaba cubierto de ojos por dentro y por fuera. Y día y noche decían: «Santo, santo, santo es el Señor Dios Todopoderoso, el que era, que es y que ha de venir».