»El que insulte o maldiga a su madre o a su padre, ciertamente debe morir.
Proverbios 30:11 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 Hay quienes maldicen a su padre y no bendicen a su madre. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Hay generación que maldice a su padre Y a su madre no bendice. Biblia Nueva Traducción Viviente Algunas personas maldicen a su padre y no son agradecidas con su madre. Biblia Católica (Latinoamericana) ¡Hay personas que maldicen a su padre y no bendicen a su madre, La Biblia Textual 3a Edicion Hay quien maldice a su padre, Y no bendice a su madre, Biblia Serafín de Ausejo 1975 Hay una raza que maldice a su padre y no bendice a su madre; Biblia Reina Valera Gómez (2023) Hay generación que maldice a su padre, y a su madre no bendice. |
»El que insulte o maldiga a su madre o a su padre, ciertamente debe morir.
Al que maldice a su padre o a su madre, la lámpara de su vida se le apagará en la más terrible oscuridad.
Escucha a tu padre que te dio la vida, y no desprecies a tu madre cuando sea anciana.
Al que mira con desprecio a su padre y menosprecia a su madre anciana, que los cuervos le saquen los ojos y los buitres se lo devoren.
»El que maldiga a su padre o a su madre deberá morir, pues ha maldecido a su propia sangre.
»El hijo respeta a su padre y el esclavo a su amo. Yo, el Señor Todopoderoso, sin embargo les pregunto a ustedes, sacerdotes, que no le dan ninguna importancia a mi gran fama: “Si soy su Padre, ¿por qué no me respetan? Si soy su Amo, ¿por qué no me tienen temor?”. »Pero ustedes aún se atreven a preguntar: “¿Cuándo hemos tenido en nada tu gran fama?”.
Y cuando vio que entre los que iban a bautizarse había muchos fariseos y saduceos, les dijo: «Crías de víboras, ¿quién les dijo que así podrán escapar de la ira de Dios que vendrá sobre ustedes?
“Maldito sea cualquiera que desprecia a su padre o a su madre”. Y todo el pueblo responderá: “Amén”.
Pero si tienen hijos o nietos, estos deben hacerse cargo de ellas, porque su responsabilidad empieza con los de su propia familia. Así corresponderán al amor de sus padres y abuelos, porque eso le agrada a Dios.
El que no se ocupa de los suyos, especialmente de los de su propia familia, ha negado la fe y es peor que un infiel.
Pero ustedes son una familia escogida, son sacerdotes reales y son una nación santa. Son un pueblo que Dios compró para que anuncien sus obras extraordinarias; él fue quien los llamó de las tinieblas a su luz maravillosa.