Me has dejado saborear los gozos de la vida y los exquisitos placeres de tu presencia eterna.
Proverbios 2:19 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 Todo aquel que se enreda con ella no vuelve jamás ni alcanza los senderos de la vida. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Todos los que a ella se lleguen, no volverán, Ni seguirán otra vez los senderos de la vida. Biblia Nueva Traducción Viviente El hombre que la visita está condenado; nunca llegará a los senderos de la vida. Biblia Católica (Latinoamericana) Los que allá van no volverán, no reencontrarán el camino de la vida. La Biblia Textual 3a Edicion Cuantos entran en él, no regresan, Ni retoman los senderos de la vida. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Los que van a ella no retornan ni alcanzan los caminos de la vida. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Ninguno de los que a ella entraren volverán, ni tomarán las sendas de la vida. |
Me has dejado saborear los gozos de la vida y los exquisitos placeres de tu presencia eterna.
Entonces los entregué a su ceguera y necedad, a que vivieran como mejor les pareciera.
La senda de los justos se parece a los primeros rayos de luz del amanecer, que brillan cada vez más hasta que es pleno día.
Si lo haces así, acabarás quejándote de angustia porque todo tu cuerpo se irá consumiendo.
A ella nada le importa lo que piense la gente de su conducta. Vive la vida sin control alguno, y ni siquiera se da cuenta de eso.
Pero al que se acuesta con la mujer de otro le falta la capacidad de pensar, pues se destruye a sí mismo.
Pero más amarga que la muerte es aquella mujer que es una trampa, que por corazón tiene una red y por brazos cadenas. Quien agrada a Dios se librará de ella, pero los pecadores no huyen de sus lazos.
¿Podrá el etíope cambiar el color oscuro de su piel? ¿O el leopardo quitarse sus manchas? Pues tampoco ustedes, pues están tan acostumbrados al mal, que son incapaces de comenzar a ser buenos.
Pero, ¿por qué habré de castigarlas a ellas? Pues ustedes los hombres están haciendo lo mismo; ustedes se acuestan con las prostitutas que ofrecen sus cuerpos como culto a sus dioses, y junto con ellas ofrecen sacrificios rituales a esos dioses. ¡Por eso es que el pueblo, carente del verdadero conocimiento de Dios, actúa tan mal y se destruye a sí mismo!
De estas dos cosas que no pueden cambiarse y en las que es imposible que Dios mienta, recibimos un gran consuelo los que ahora acudimos a él en busca de su protección y confiados en la esperanza que nos ha dado.