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Oseas 4:14 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

14 Pero, ¿por qué habré de castigarlas a ellas? Pues ustedes los hombres están haciendo lo mismo; ustedes se acuestan con las prostitutas que ofrecen sus cuerpos como culto a sus dioses, y junto con ellas ofrecen sacrificios rituales a esos dioses. ¡Por eso es que el pueblo, carente del verdadero conocimiento de Dios, actúa tan mal y se destruye a sí mismo!

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Biblia Reina Valera 1960

14 No castigaré a vuestras hijas cuando forniquen, ni a vuestras nueras cuando adulteren; porque ellos mismos se van con rameras, y con malas mujeres sacrifican; por tanto, el pueblo sin entendimiento caerá.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

14 Pero ¿por qué debería yo castigarlas por su prostitución y adulterio? Pues sus hombres hacen lo mismo, pecando con rameras y prostitutas de los templos paganos. ¡Oh pueblo necio! ¡Se niegan a entender, por eso serán destruidos!

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Biblia Católica (Latinoamericana)

14 no castigaré ni a sus hijas ni a sus nueras porque sean prostitutas o infieles, pues ustedes mismos se encierran con las prostitutas y sacrifican con los consagrados a la prostitución. De este modo, un pueblo que no entiende acaba por perderse. (

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La Biblia Textual 3a Edicion

14 Y Yo no visitaré° a vuestras hijas cuando forniquen, Ni a vuestras nueras cuando adulteren, Porque ellos mismos° van con las rameras, Y con las prostitutas del templo° ofrecen sacrificios, Y el pueblo, incauto, va a la ruina.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

14 No castigaré a vuestras hijas cuando se prostituyan, ni a vuestras nueras cuando cometan adulterio, porque ellos mismos se van con las rameras y ofrecen sacrificios con las prostitutas sagradas. Y así un pueblo ignorante va a la ruina.

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Oseas 4:14
23 Tagairtí Cros  

Echó de la tierra a todos los que practicaban la prostitución como si fuera un acto de adoración, y destruyó todos los ídolos que su padre había hecho.


Además, destruyó las habitaciones de los que se dedicaban a la prostitución sagrada en el templo del Señor, y en las que las mujeres tejían túnicas para el ídolo de la diosa Aserá.


Los malvados no comprenden la justicia, pero los que siguen al Señor entienden todo.


Oh pueblo mío, ¿no han recibido suficiente castigo? ¿Por qué obligarme a azotarlos una y otra vez? ¿Es su intención ser rebeldes toda la vida? De la cabeza a los pies están enfermos, débiles y desfallecidos, cubiertos de magulladuras, verdugones y heridas infectadas, sin ungir ni vendar.


Mi pueblo es como secas ramas de árbol, quebradas y puestas como leña debajo de las ollas. Son una nación necia, un pueblo fatuo e insensato, puesto que se aparta de Dios. Por lo tanto, no se apiadará de sus habitantes el que los hizo, ni les mostrará misericordia.


Son codiciosos como perros, jamás se satisfacen; son pastores insensatos a quienes sólo preocupa su propio interés, procurando obtener cuanto más pueden, no importándoles el origen.


Muchos serán purificados mediante el paso por grandes pruebas y persecuciones. Pero los malos continuarán en su maldad y ninguno de ellos entrará en razón. Sólo aquellos que son sabios entenderán lo que todo esto significa.


Todo aquel que es sabio y prudente entenderá estas cosas. Todo aquel que es inteligente, que escuche y siga mis consejos. Pues los senderos del Señor son verdaderos y justos, y las personas buenas caminan por ellos. Pero la gente mala se pierde en sus propios malos pasos.


Israelitas, escuchen la palabra del Señor, pues él tiene un pleito contra ustedes. La queja del Señor es esta: «Ya no hay entre ustedes fidelidad, ni bondad, ni conocimiento de Dios.


Como Efraín, es decir, Israel, se ha entregado a los ídolos, ¡pues que se quede con ellos!


»Tus hechos no te permitirán venir a Dios de nuevo, pues tu inclinación a la idolatría te impide ser fiel al Señor.


Pisotean los derechos de los pobres en el polvo y son injustos con los humildes. Padre e hijo tienen relaciones sexuales con la misma mujer, enlodando así la honorable fama de mi nombre.


Por eso, el Señor te dice: “Escucha lo que se te viene encima: Tu esposa se convertirá en una prostituta en esta ciudad, tus hijos e hijas serán muertos en una batalla y tu tierra será repartida entre tus enemigos. Tú mismo morirás en una tierra pagana, y el pueblo de Israel será llevado como esclavo a un país extraño, muy lejos de aquí”.


No mucho después Israel entero adoraba a Baal, el dios de Moab, y la ira del Señor se encendió en contra de su pueblo, y los castigó con una plaga.


¿Por qué no entienden lo que les hablo? Porque no pueden aceptar mi mensaje.


Nadie entiende, ninguno busca a Dios.


¿No saben que cuando un hombre se une a una prostituta se hace parte de ella y ella de él? Dios nos dice en las Escrituras que «los dos se vuelven una sola persona».


Ellos tienen nublada la mente y desconocen la vida que viene de Dios. Esto se debe a que son ignorantes y han endurecido su corazón.


»En Israel no ha de haber prostitución de mujeres ni de hombres.


Si a ustedes no los disciplinan como se disciplina a todo hijo, entonces ustedes no son verdaderamente hijos.


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