Para obtener tu alimento tendrás que trabajar mucho, hasta el día de tu muerte; ese día volverás a la tierra de la cual fuiste hecho, pues eres polvo y al polvo tendrás que volver.
Proverbios 12:11 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 El que trabaja su tierra tendrá abundante comida, pero el que vive soñando no es inteligente. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 El que labra su tierra se saciará de pan; Mas el que sigue a los vagabundos es falto de entendimiento. Biblia Nueva Traducción Viviente El que se esfuerza en su trabajo tiene comida en abundancia, pero el que persigue fantasías no tiene sentido común. Biblia Católica (Latinoamericana) El que cultiva su campo tendrá pan; carece de buen tino el que persigue ilusiones. La Biblia Textual 3a Edicion El que labra su tierra, se saciará de pan, Pero el que persigue lo vano carece de entendimiento. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Quien labra su campo se hartará de pan, quien persigue quimeras carece de juicio. Biblia Reina Valera Gómez (2023) El que labra su tierra, se saciará de pan; mas el que sigue a los vagabundos es falto de entendimiento. |
Para obtener tu alimento tendrás que trabajar mucho, hasta el día de tu muerte; ese día volverás a la tierra de la cual fuiste hecho, pues eres polvo y al polvo tendrás que volver.
El que anda con sabios, será sabio; al que anda con necios, lo lastimarán.
En el campo del pobre abunda la comida, pero la injusticia acaba con todo.
El trabajo produce ganancia; pero el hablar mucho y no hacer nada, empobrece.
El establo está vacío donde no hay bueyes, pero con la fuerza de un buey aumenta la cosecha.
No seas dormilón o terminarás en la pobreza; mantente despierto y tendrás abundante pan.
tendrás suficiente leche de cabra para alimentarte tú, tu familia y tus siervos.
El que trabaja su tierra tendrá comida en abundancia; el que pierde el tiempo tendrá pobreza en abundancia.
Pero al que se acuesta con la mujer de otro le falta la capacidad de pensar, pues se destruye a sí mismo.
a unos jóvenes sin experiencia, y entre ellos me fijé en un joven falto de sentido común.
Los que confían en dioses falsos no saben lo que se están perdiendo; desprecian el inmenso amor de Dios.
El que era ladrón, deje de robar; al contrario, trabaje honradamente con sus manos para que tenga con qué ayudar a los que estén en necesidad.
Cuando queríamos comida la comprábamos; con fatiga y cansancio trabajábamos día y noche, para no ser una carga a ninguno de ustedes.
Le dieron a Abimélec setenta monedas de plata de las ofrendas del templo de Baal Berit, y con ellas contrató a un grupo de vagabundos y ociosos, que aceptaron hacer cualquier cosa que él les dijera.