Cuando el rey regresó del jardín y entró a la sala, vio que Amán estaba inclinado sobre el sofá donde se hallaba recostada Ester. Entonces, al ver esto, el rey gritó: ―¡Y es que te vas a atrever a violar a la reina aquí mismo en el palacio, delante de mis propios ojos! Al oír el grito del rey, sus guardias entraron y le cubrieron el rostro a Amán con el velo de los condenados a muerte.
»Y ¿por qué será castigado de tal manera Edom, el pueblo de los descendientes de Esaú? ¡Por lo que le hiciste a los israelitas, los descendientes de tu hermano Jacob! Ahora tus maldades quedarán al descubierto, para que todos se den cuenta de todo el daño que causaste. Serás avergonzado y destruido para siempre.
Sabemos que esto que dice la ley, lo dice a quienes están sujetos a ella. Por eso, el mundo entero tiene que callar y todos tendrán que reconocer que el juicio de Dios es justo.
Estas son las bendiciones que vendrán sobre ti: »Bendito serás en la ciudad; bendito serás en el campo. »Tendrás muchos niños; abundantes cosechas; grandes rebaños de ovejas y vacas. »Bendiciones de fruta y pan. »Bendiciones cuando entres; bendiciones cuando salgas.