No seas como el caballo ni como la mula que no tienen discernimiento y que necesitan un freno en la boca para no salirse del camino».
Proverbios 10:13 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 En los labios del sabio hay palabras de sabiduría, pero para el necio son los azotes en la espalda. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 En los labios del prudente se halla sabiduría; Mas la vara es para las espaldas del falto de cordura. Biblia Nueva Traducción Viviente Las palabras sabias provienen de los labios de la gente con entendimiento, pero a los que les falta sentido común, serán castigados con vara. Biblia Católica (Latinoamericana) En los labios del hombre inteligente sólo hay sabiduría, la espalda del insensato merece palos. La Biblia Textual 3a Edicion La sabiduría está en los labios del prudente, Pero la vara es para la espalda del insensato. Biblia Serafín de Ausejo 1975 En los labios del cuerdo está la sabiduría; sobre la espalda del necio la vara. Biblia Reina Valera Gómez (2023) En los labios del prudente se halla sabiduría; mas la vara es para la espalda del falto de entendimiento. |
No seas como el caballo ni como la mula que no tienen discernimiento y que necesitan un freno en la boca para no salirse del camino».
Entonces el Señor le dijo a Moisés: «Levanta tu mano sobre la tierra de Egipto, para hacer que vengan langostas a cubrir la tierra y a comer todo lo que quedó después del granizo».
Los labios del justo aconsejan a muchos, pero los necios mueren por falta de sentido común.
De la boca del justo brota sabiduría, pero al perverso se le cortará la lengua.
Qué grato es dar la respuesta adecuada, y todavía más grato cuando es oportuna.
Los labios del sabio esparcen sabiduría; el corazón del necio no la conoce.
Al sabio de corazón, se le llama inteligente; los labios convincentes promueven el saber.
Es más efectivo un solo regaño al hombre entendido, que cien azotes en la espalda del necio.
A los insolentes les espera el castigo, y a la espalda de los necios los azotes.
Las palabras sabias son más valiosas que el oro y las piedras preciosas.
El látigo es para el caballo, el freno para el burro y la vara, para la espalda del necio.
Aunque al necio lo muelas y lo vuelvas a moler y lo reduzcas a polvo como al grano, no le quitarás lo necio.
Pero al que se acuesta con la mujer de otro le falta la capacidad de pensar, pues se destruye a sí mismo.
En un momento él la siguió, como el buey que va camino al matadero, como ciervo que cae en la trampa,
El Señor Dios me ha dado sus palabras de sabiduría para que yo sepa qué debo decirles a todos estos fatigados. Cada mañana me despierta y abre mi entendimiento a su voluntad.
Todos se expresaban bien de él y estaban admirados por las hermosas palabras que él hablaba. Estaban intrigados y se preguntaban: ―¿No es este el hijo de José?