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Números 5:18 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

La mujer desatará sus cabellos y pondrá en sus manos la ofrenda de los celos para determinar si las sospechas de su marido están o no justificadas. El sacerdote estará de pie delante de ella sosteniendo al jarro con agua amarga que trae la maldición.

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Biblia Reina Valera 1960

Y hará el sacerdote estar en pie a la mujer delante de Jehová, y descubrirá la cabeza de la mujer, y pondrá sobre sus manos la ofrenda recordativa, que es la ofrenda de celos; y el sacerdote tendrá en la mano las aguas amargas que acarrean maldición.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Una vez que el sacerdote haya presentado a la mujer delante del Señor, le desatará el cabello y colocará en las manos de ella la ofrenda de prueba, es decir, la ofrenda de celos, para discernir si las sospechas de su esposo son justificadas. El sacerdote se pondrá frente a ella y sostendrá el recipiente de agua amarga que trae una maldición para quienes son culpables.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Así, puesta la mujer delante de Yavé, el sacerdote le descubrirá la cabeza y pondrá en sus manos la ofrenda para recordar la culpa, mientras que él mismo tendrá en sus manos el agua de amargura que trae la maldición.

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La Biblia Textual 3a Edicion

El sacerdote hará pues que la mujer se mantenga en pie delante de YHVH, soltará el cabello de la mujer° y pondrá en sus palmas la ofrenda vegetal de recordación, que es la ofrenda vegetal de celos, en tanto que en la mano del sacerdote estarán las aguas amargas que traen maldición.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Luego, mientras la mujer sigue de pie en presencia de Yahveh, el sacerdote le descubrirá la cabeza y le pondrá en las palmas de las manos la oblación conmemorativa, o sea, la oblación de celos. El sacerdote, teniendo en sus manos el agua de la amargura que acarrea maldición,

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Y el sacerdote hará que la mujer esté en pie delante de Jehová, y descubrirá la cabeza de la mujer, y le pondrá en las manos la ofrenda memorial, que es la ofrenda de celos; y el sacerdote tendrá en su mano el agua amarga que causa la maldición.

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Números 5:18
18 Tagairtí Cros  

Pero al final resulta ser más amarga que la hiel y más cortante que una espada de dos filos.


Pero más amarga que la muerte es aquella mujer que es una trampa, que por corazón tiene una red y por brazos cadenas. Quien agrada a Dios se librará de ella, pero los pecadores no huyen de sus lazos.


»Sí, ahora lo comprendo: fue bueno que yo padeciera esta amargura, pues amorosamente me has librado de la muerte, has perdonado todos mis pecados.


Su propia maldad será su castigo. Verán lo malo y amargo que es rebelarse contra el Señor su Dios, abandonándolo sin temor, dice el Señor, el Señor de los ejércitos.


»La persona en la que se encuentre una infección deberá rasgar su ropa, andar despeinada, cubrirse el rostro hasta el labio superior y anunciar mientras camina: “¡Soy impuro! ¡Soy impuro!”.


el marido llevará a su mujer ante el sacerdote junto con una ofrenda por ella, consistente en dos kilos y medio de harina de cebada, sin aceite ni incienso —porque es una ofrenda de celos— con el fin de averiguar la verdad en cuanto a si es culpable o no.


y pondrá agua santa en una jarra de barro, mezclándola con polvo del suelo del santuario.


El sacerdote la pondrá bajo juramento para jurar que es inocente, y a continuación le dirá: “Si ningún hombre se ha acostado contigo, excepto tu marido que quedes libre de los efectos de esta agua amarga que trae maldición.


Para la mujer, por el contrario, es una gloria llevar los cabellos largos, pues le sirven de velo.


Por eso, si la mujer se niega a cubrirse la cabeza, debe cortarse el pelo. Y si no quiere cortárselo porque le es vergonzoso, cúbrase la cabeza.


El día en que cualquiera de ustedes, hombre o mujer, familia o tribu de Israel, comience a apartarse del Señor nuestro Dios y desee adorar los dioses de esas naciones, ese día saldrá de entre ustedes una raíz que producirá fruto amargo y venenoso.


Todos deben respetar el matrimonio y ser fieles en sus relaciones matrimoniales, porque Dios juzgará a los adúlteros y a todos los que cometen inmoralidades sexuales.


Luego dijo: ―Trae al rey Agag: Agag llegó sonriente, porque pensaba: «Seguramente ya ha pasado lo peor».