Entonces Dios le abrió los ojos y ella vio un pozo. Así que llenó la vasija de cuero y le dio de beber al niño.
Números 22:31 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 Entonces el Señor abrió los ojos de Balán y pudo ver al ángel parado en el camino con la espada desenvainada. El profeta cayó en tierra delante del ángel. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Entonces Jehová abrió los ojos de Balaam, y vio al ángel de Jehová que estaba en el camino, y tenía su espada desnuda en su mano. Y Balaam hizo reverencia, y se inclinó sobre su rostro. Biblia Nueva Traducción Viviente Entonces el Señor abrió los ojos de Balaam y vio al ángel del Señor de pie en el camino con una espada desenvainada en su mano. Balaam se inclinó y cayó rostro en tierra ante él. Biblia Católica (Latinoamericana) Entonces Yavé abrió los ojos de Balaam: vio al ángel de Yavé de pie en medio del camino, con su espada desenvainada en la mano. Se arrodilló y se postró con su nariz en tierra. La Biblia Textual 3a Edicion Entonces YHVH abrió los ojos a Balaam, y vio al ángel de YHVH de pie en el camino con su espada desenvainada en la mano. Y Balaam hizo reverencia, y se postró sobre su rostro. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Yahveh abrió entonces los ojos de Balaán, quien, viendo al ángel de Yahveh de pie en el camino con la espada desenvainada, se arrodilló y se postró rostro en tierra. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Entonces Jehová abrió los ojos a Balaam, y vio al Ángel de Jehová que estaba en el camino, y tenía su espada desenvainada en su mano. Y él inclinó su cabeza y se postró sobre su rostro. |
Entonces Dios le abrió los ojos y ella vio un pozo. Así que llenó la vasija de cuero y le dio de beber al niño.
Cuando David vio al ángel del Señor parado entre el cielo y la tierra con su espada desenvainada, apuntando hacia Jerusalén, se vistió de ropas ásperas y se postró en tierra, delante del Señor; y los ancianos de Israel hicieron lo mismo.
Hazlos temblar de miedo; bájales los humos hasta que comprendan que no son sino frágiles hombres.
―¿Te he hecho alguna vez algo semejante en toda mi vida? —le preguntó la burra. ―No —reconoció Balán.
¡es el hombre cuyos ojos están abiertos! El oye las palabras de Dios y tiene conocimiento del Altísimo; él ve lo que el Dios Todopoderoso le ha mostrado.
el hombre cuyos ojos están abiertos, dice: He oído la palabra del Señor, y he visto lo que el Dios Altísimo me ha mostrado; mis ojos fueron abiertos:
Entonces se les abrieron los ojos y pudieron reconocerlo; pero él desapareció.
para que les abras los ojos y dejen las tinieblas para venir a la luz, para que dejen el poder de Satanás por el de Dios. Y así, por la fe en mí, reciban el perdón de los pecados y la herencia junto con el santo pueblo de Dios”.
Un día que Josué recorría los alrededores de la ciudad de Jericó apareció un hombre junto a él con una espada desenvainada. Josué se dirigió a él y le preguntó: ―¿Eres amigo o enemigo?
―Yo soy el comandante en jefe del ejército del Señor —respondió. Josué cayó de rodillas delante de él, lo adoró y le dijo: ―Da tus órdenes a tu siervo, Señor.