Así como un agricultor abre surcos en la tierra y saca la roca, así los huesos de los malvados serán dispersados sin un buen entierro.
Números 16:33 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 De esta manera entraron vivos en el Seol y la tierra se cerró sobre ellas y perecieron. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Y ellos, con todo lo que tenían, descendieron vivos al Seol, y los cubrió la tierra, y perecieron de en medio de la congregación. Biblia Nueva Traducción Viviente Así que descendieron vivos a la tumba, junto con todas sus pertenencias. La tierra se cerró encima de ellos y desaparecieron de entre el pueblo de Israel; Biblia Católica (Latinoamericana) Bajaron vivos al Lugar de los muertos, junto con todos los que estaban con ellos. La tierra los tapó y desaparecieron de la vista de la comunidad. La Biblia Textual 3a Edicion Y ellos, con todo lo que poseían, descendieron vivos al Seol, y los cubrió la tierra, y desaparecieron de en medio de la congregación. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Bajaron vivos al seol, ellos y todo lo que les pertenecía; los cubrió la tierra y desaparecieron de en medio de la asamblea. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y ellos, con todo lo que tenían, descendieron vivos al abismo, y los cubrió la tierra, y perecieron de en medio de la congregación. |
Así como un agricultor abre surcos en la tierra y saca la roca, así los huesos de los malvados serán dispersados sin un buen entierro.
Ven pronto, Señor, y respóndeme, porque cada vez me deprimo más; ¡no te apartes de mí, o me muero!
Que a mis enemigos la muerte los tome por sorpresa. Que el sepulcro se los trague vivos, pues en ellos habita la maldad.
Enviará a los malos al abismo de destrucción. Los homicidas y los mentirosos no vivirán la mitad de sus días. Pero yo confío en que tú me salvarás.
No dejes que la corriente me arrastre, ni que el abismo me trague, ni que la fosa me devore.
Las naciones caen en las trampas que cavaron para otros; la trampa que pusieron los ha atrapado.
Pero en vez de ello, serás hundido en lo más profundo del abismo infernal.
Los moradores del infierno se apiñan para recibirte cuando entras en su dominio. Caudillos de todo el mundo y los más poderosos reyes, muertos hace mucho, están allí para verte.
Porque los muertos no pueden alabarte, no pueden rebosar de esperanza y gozo.
¡Que ninguna otra nación se regocije con orgullo por su propia prosperidad, aunque sea más alta que las nubes, pues todas están sentenciadas y caerán estrepitosamente junto con todos los hombres orgullosos del mundo!”».
«Hombre mortal, llora por el pueblo de Egipto y por las otras naciones poderosas. Envíalas al mundo inferior, entre los habitantes del mundo de la muerte.
»Todos los príncipes del norte están allí, y todos los sidonios, todos muertos. En un tiempo fueron un terror, ahora yacen en vergüenza, yacen en ignominia con todos los demás muertos que descienden al sepulcro.
y una gran grieta se los tragó junto con sus tiendas; familias y amigos que estaban con ellos y con todo lo que poseían.
Todo el pueblo de Israel huyó gimiendo, temeroso de que la tierra también se los tragara a ellos.
Tres veces la burra me vio y se apartó de mí. Si no hubiera sido por ella ciertamente ya te habría dado muerte, y ella habría salido con vida.
Porque mi ira se ha encendido como un fuego que quema los abismos profundos, consume la tierra y todos sus productos, y enciende las montañas con fuego.
¡Ay de ellos!, porque siguen el ejemplo de Caín, se entregan al error de Balaam por ganar dinero y morirán como Coré por desobedecer a Dios.