Aquella misma noche, el ángel del Señor dio muerte a ciento ochenta y cinco mil soldados del ejército asirio. A la mañana siguiente, el campo estaba lleno de cadáveres.
Nahúm 1:12 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 Así ha dicho el Señor: «¡Aunque los asirios sean muy fuertes y numerosos, los voy a destruir por completo! Y a ti, Judá, pueblo mío, que te he castigado mucho, ya no te castigaré más. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Así ha dicho Jehová: Aunque reposo tengan, y sean tantos, aun así serán talados, y él pasará. Bastante te he afligido; no te afligiré ya más. Biblia Nueva Traducción Viviente Esto es lo que dice el Señor: «Aunque los asirios tienen muchos aliados, serán destruidos y desaparecerán. Oh pueblo mío, yo te castigué anteriormente, pero no te volveré a castigar. Biblia Católica (Latinoamericana) Así, dice Yavé: 'Por más potentes y poderosos que sean, serán cortados y desaparecerán. Si te he humillado, no volveré a humillarte más. La Biblia Textual 3a Edicion Pero así dice YHVH: Aunque estén robustos y sean muchos, Con todo serán cortados, y él° pasará. Aunque te he afligido, no te afligiré más,° Biblia Serafín de Ausejo 1975 Así dice Yahveh: 'Por robustos y numerosos que sean, serán amputados y desaparecerán. Si te he humillado, nunca más volveré a humillarte. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Así dice Jehová: Aunque reposo tengan, y sean muchos, aun así serán cortados, y él pasará. Aunque te he afligido, no te afligiré más. |
Aquella misma noche, el ángel del Señor dio muerte a ciento ochenta y cinco mil soldados del ejército asirio. A la mañana siguiente, el campo estaba lleno de cadáveres.
Pero un día que estaba adorando en el santuario del dios Nisroc, sus hijos Adramélec y Sarézer le dieron muerte, y escaparon a la región de Ararat. Y su hijo Esarjadón fue el nuevo rey de Asiria.
»Esa noche yo pasaré por la tierra de Egipto, y daré muerte a todos los primogénitos de los hombres y de los animales de Egipto, y así ejecutaré mi juicio sobre todos los dioses de Egipto; porque yo soy el Señor.
¡Por esa su perversa jactancia, oh rey de Asiria, el Señor Todopoderoso enviará una plaga entre tus orgullosas tropas, y las herirá!
Al anochecer Israel espera aterrorizado, pero al rayar el alba sus enemigos habrán muerto. Esta es la justa recompensa de quienes saquean y destruyen al pueblo de Dios.
¡Oh, pueblo mío de Jerusalén, no llores más, pues al oír el clamor de tu llanto él derramará su gracia sobre ustedes, él les responderá!
Y los asirios serán destruidos, pero no por espada manejada por algún hombre: ¡la espada de Dios los herirá! Se llenarán de pánico y huirán, y los vigorosos mancebos asirios serán llevados como esclavos.
Aquella noche el ángel del Señor salió y fue al campo de los asirios y mató a ciento ochenta y cinco mil soldados. Cuando al día siguiente se despertaron los sobrevivientes, vieron ante sí los millares de cadáveres.
el Señor su Dios, el mismo que defiende a su pueblo: ¡Ya no volveré a tratarlos con ira, ni a castigarlos con severidad! ¡Todo eso se ha terminado!
En aquel día el Señor tomará esta «navaja», estos mercenarios asirios que contrataste para salvarte, y la usará para rasurarte de cuanto posees: tu tierra, tus cosechas y tu pueblo.
Pero los hijos del rey del norte prepararán un gran ejército para la guerra que, como si fuera una inundación, avanzará arrasando con todo a su paso, y llegará hasta la fortaleza enemiga.
El Señor responderá: «Vean, yo les envío mucho trigo, vino y aceite para satisfacer plenamente su necesidad. Ya no los haré el hazmerreír entre las naciones.
¡Miren! Mensajeros descienden de las montañas trayendo buenas noticias: «Los invasores han sido derrotados y hemos sido salvados». ¡Judá, celebra un día de acción de gracias y ríndele un homenaje al Señor como prometiste, porque nunca más volverás a ser atacada por Nínive! ¡Ha sido destruida para siempre! ¡Jamás la volveremos a ver!
jamás volverán a tener hambre ni sed, y estarán a salvo del sol abrasador del mediodía.