El Señor sostiene al humilde, pero derriba hasta el polvo al malvado.
Mateo 5:5 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 ¡Dichosos los mansos, porque el mundo entero les pertenecerá! Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Bienaventurados los mansos, porque ellos recibirán la tierra por heredad. Biblia Nueva Traducción Viviente Dios bendice a los que son humildes, porque heredarán toda la tierra. Biblia Católica (Latinoamericana) Felices los pacientes, porque recibirán la tierra en herencia. La Biblia Textual 3a Edicion Bienaventurados los mansos,° porque ellos heredarán la tierra. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Bienaventurados los sufridos, porque ellos heredarán la tierra. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Bienaventurados los mansos; porque ellos heredarán la tierra. |
El Señor sostiene al humilde, pero derriba hasta el polvo al malvado.
Porque el Señor se goza en su pueblo; él corona al humilde con la salvación.
Los pobres comerán y se saciarán; cuantos busquen al Señor lo hallarán. De gozo constante tendrán lleno el corazón.
Vivirá rodeado de las bendiciones que sólo tú envías, y sus descendientes heredarán la tierra.
Los que se humillan delante del Señor heredarán la tierra y vivirán tranquilamente.
Aquellos a quienes el Señor bendice heredarán la tierra, pero los que él maldice perecerán.
Los justos serán firmemente plantados en la tierra, y allí vivirán por siempre.
No seas impaciente esperando que el Señor se manifieste. Continúa tu marcha firme por su senda, y a su tiempo él te honrará para que heredes la tierra, y verás destruidos a los malvados.
Porque los malvados serán destruidos, pero los que confían en el Señor heredarán la tierra y vivirán tranquilamente.
Los humildes verán a su Dios manifestándose en su favor. Con razón se alegrarán. Cuantos buscan a Dios vivirán en gozo.
sino que defenderá a los pobres y explotados. Regirá contra los malvados que los oprimen.
Los mansos rebosarán nuevo júbilo procedente del Señor y los pobres se gozarán en el Santo de Israel.
Todo los habitantes de Jerusalén practicarán la justicia y poseerán por siempre la tierra, porque aquí los plantaré con mis propias manos, y así se manifestará mi gloria.
El Espíritu del Señor Todopoderoso está sobre mí, porque me eligió para traer buenas noticias a los pobres, para consolar a los afligidos y para anunciarles a los prisioneros que pronto van a quedar en libertad.
Ustedes, los humildes del país, los que aun procuran vivir de acuerdo a las instrucciones del Señor, practiquen la justicia y vivan con humildad. Quizá así puedan ser salvados el día en que el Señor desate su castigo.
y no le gustó el comentario de ambos, porque Moisés era el hombre más humilde del mundo, e inmediatamente convocó a Moisés, a Aarón y a Miriam al santuario: ―Vengan aquí los tres —ordenó. Entonces se presentaron ante el Señor.
Lleven mi yugo y aprendan de mí, que soy manso y de corazón humilde. Así hallarán descanso para el alma,
«Díganle a Jerusalén: “Tu Rey vendrá a ti sentado humildemente sobre un burrito”».
Está claro que Dios prometió otorgar toda la tierra a Abraham y a su descendencia, no en virtud de su obediencia a la ley, sino en virtud de la justicia que viene por la fe.
Sean totalmente humildes y amables. Sean pacientes entre ustedes y, por amor, sean tolerantes unos con otros.
Por cuanto Dios los escogió y son santos y amados, practiquen con sinceridad la compasión y la bondad. Sean humildes, amables y buenos.
Tú, en cambio, eres un hombre de Dios. Huye de estas cosas y dedícate de lleno a lo que es justo y bueno, a la fe y al amor, a la constancia y a la humildad.
Debe corregir con mansedumbre a los que se le oponen, con la esperanza de que Dios les conceda que se arrepientan y conozcan la verdad.
Diles que nunca hablen mal de nadie; que busquen la paz y que sean amables y atentos con todo el mundo.
Por eso, despójense de toda suciedad y de la maldad que tanto abunda. De esa manera podrán recibir con humildad la palabra sembrada en ustedes. Esta palabra tiene poder para salvarles la vida.
El que es sabio y entendido entre ustedes es el que lo demuestra con su buena conducta, y con acciones hechas con humildad y sabiduría.
Más bien, honren en su corazón a Cristo como Señor. Estén siempre listos para responder a todo el que les pida explicaciones sobre la esperanza que ustedes tienen.
Procuren más bien la belleza pura, la que viene de lo íntimo del corazón y que consiste en un espíritu afectuoso y tranquilo. Esta es la que tiene valor delante de Dios.