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Efesios 4:2 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

2 Sean totalmente humildes y amables. Sean pacientes entre ustedes y, por amor, sean tolerantes unos con otros.

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Biblia Reina Valera 1960

2 con toda humildad y mansedumbre, soportándoos con paciencia los unos a los otros en amor,

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Biblia Nueva Traducción Viviente

2 Sean siempre humildes y amables. Sean pacientes unos con otros y tolérense las faltas por amor.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

2 Sean humildes y amables, sean comprensivos y sopórtense unos a otros con amor.

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La Biblia Textual 3a Edicion

2 Con toda humildad y mansedumbre, soportándoos° con longanimidad unos a otros en amor,°

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

2 con toda humildad y mansedumbre, con comprensión, soportándoos unos a otros con amor,

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Efesios 4:2
28 Tagairtí Cros  

Aunque el Señor es grande, toma en cuenta a los humildes, y está lejos de los orgullosos.


y, ¡majestuoso, marcha a vencer, por la verdad, la humildad y la justicia! ¡Adelante, a realizar proezas asombrosas!


Es mejor humillarse con los pobres que repartirse el botín con los ricos.


El Señor se burla de los burladores, pero ayuda a los humildes.


Mejor es terminar que comenzar. La paciencia es mejor que el orgullo.


El que es alto y excelso y habita la eternidad, aquel cuyo nombre es santo, dice así: Yo moro en aquel elevado y santo sitio, pero también estoy donde habitan los pobres y los afligidos, y a ellos les doy ánimo y aliento.


Ustedes, los humildes del país, los que aun procuran vivir de acuerdo a las instrucciones del Señor, practiquen la justicia y vivan con humildad. Quizá así puedan ser salvados el día en que el Señor desate su castigo.


¡Regocíjate grandemente, pueblo mío! ¡Grita de alegría, Jerusalén! ¡Tu rey viene montado sobre un burrito! ¡Es un rey justo y humilde, y viene a salvarte!


y no le gustó el comentario de ambos, porque Moisés era el hombre más humilde del mundo, e inmediatamente convocó a Moisés, a Aarón y a Miriam al santuario: ―Vengan aquí los tres —ordenó. Entonces se presentaron ante el Señor.


Lleven mi yugo y aprendan de mí, que soy manso y de corazón humilde. Así hallarán descanso para el alma,


―¡Oh generación incrédula! —les respondió Jesús—. ¿Hasta cuándo tendré que estar con ustedes? ¿Hasta cuándo he de soportarlos? Traigan acá al muchacho.


Y saben cómo he estado trabajando para el Señor con humildad y lágrimas, ante los atentados que los judíos han preparado contra mi vida.


Los que estamos plenamente convencidos de lo que hacemos, en vez de hacer sólo lo que queremos, debemos ayudar a quienes son débiles.


El amor disculpa todos los errores, siempre confía en la persona amada, espera de ella lo mejor y todo lo soporta.


Ayúdense unos a otros a llevar sus cargas y así estarán obedeciendo la ley de Cristo.


Desde antes que formara el mundo, Dios nos escogió para que fuéramos suyos a través de Cristo, y resolvió hacernos santos y sin falta ante su presencia.


Además, estarán llenos del grande y glorioso poder divino para perseverar a pesar de las circunstancias adversas;


Tú, en cambio, eres un hombre de Dios. Huye de estas cosas y dedícate de lleno a lo que es justo y bueno, a la fe y al amor, a la constancia y a la humildad.


Debe corregir con mansedumbre a los que se le oponen, con la esperanza de que Dios les conceda que se arrepientan y conozcan la verdad.


Por eso, despójense de toda suciedad y de la maldad que tanto abunda. De esa manera podrán recibir con humildad la palabra sembrada en ustedes. Esta palabra tiene poder para salvarles la vida.


Más bien, honren en su corazón a Cristo como Señor. Estén siempre listos para responder a todo el que les pida explicaciones sobre la esperanza que ustedes tienen.


En fin, vivan ustedes en armonía unos con otros. Compartan sus penas y alegrías, ámense como hermanos, tengan compasión y sean humildes.


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