El que confía en sí mismo es un necio; el que actúa con sabiduría estará a salvo.
Mateo 26:70 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 ―No sé de qué estás hablando —le respondió Pedro enojado. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Mas él negó delante de todos, diciendo: No sé lo que dices. Biblia Nueva Traducción Viviente Pero Pedro lo negó frente a todos. —No sé de qué hablas —le dijo. Biblia Católica (Latinoamericana) Pero él lo negó delante de todos, diciendo: 'No sé de qué estás hablando. La Biblia Textual 3a Edicion Pero él negó delante de todos, diciendo: ¡No sé de qué hablas! Biblia Serafín de Ausejo 1975 Pero él lo negó delante de todos: 'No sé lo que estás diciendo'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Mas él negó delante de todos, diciendo: No sé lo que dices. |
El que confía en sí mismo es un necio; el que actúa con sabiduría estará a salvo.
El temor al hombre es una trampa peligrosa, pero la confianza en el Señor trae seguridad.
¿Por qué les tienen más temor a esos dioses que a mí? ¿Por qué no me consagran ni la sobra de un recuerdo? ¿Será porque he sido demasiado bueno, y por eso no me temen?
Nada hay tan engañoso ni tan absolutamente perverso como el corazón. Nadie es capaz de conocer a fondo su maldad.
uno de los que lo acompañaban sacó una espada y de un tajo le arrancó la oreja a un siervo del sumo sacerdote.
Pero esto sucede para que se cumplan las predicciones de los profetas en las Escrituras. Los discípulos huyeron y lo dejaron solo.
Pedro lo siguió de lejos, llegó hasta el patio del sumo sacerdote y se sentó entre los soldados a esperar el desarrollo de los acontecimientos.
Mientras Pedro estaba en el patio, una muchacha se le acercó y le dijo: ―Tú también andabas con Jesús el galileo.
Más tarde, a la salida, otra mujer lo vio y dijo a los que lo rodeaban: ―Ese hombre andaba con Jesús el nazareno.
Tienes razón. Recuerda que esas ramas fueron cortadas por no creer en Dios, y que tú estás allí porque crees. Por eso, no te pongas orgulloso; sé humilde,
Por lo tanto, el que piense que está firme, tenga cuidado de no caer.
Pero los cobardes, los incrédulos, los corruptos, los asesinos, los que cometen inmoralidades sexuales, los que practican la brujería, los que adoran ídolos y los mentirosos, serán arrojados al lago que arde con fuego y azufre, que es la segunda muerte».