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Jeremías 17:9 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

9 Nada hay tan engañoso ni tan absolutamente perverso como el corazón. Nadie es capaz de conocer a fondo su maldad.

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Biblia Reina Valera 1960

9 Engañoso es el corazón más que todas las cosas, y perverso; ¿quién lo conocerá?

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Biblia Nueva Traducción Viviente

9 »El corazón humano es lo más engañoso que hay, y extremadamente perverso. ¿Quién realmente sabe qué tan malo es?

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Biblia Católica (Latinoamericana)

9 El corazón es lo más complejo, y es perverso: ¿quién puede conocerlo?

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La Biblia Textual 3a Edicion

9 Engañoso es el corazón más que todas las cosas, Incurable,° ¿quién lo conocerá?

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

9 Nada hay más tramposo que el corazón y está desahuciado; ¿quién podrá entenderlo?

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Jeremías 17:9
23 Tagairtí Cros  

Cuando el Señor Dios vio el alcance de la maldad humana, y que la gente sólo pensaba en hacer lo malo, le dolió haberla creado y se llenó de mucho pesar.


Al Señor le agradó mucho el olor de los sacrificios, y se dijo a sí mismo: «Nunca más volveré a maldecir la tierra por culpa de la humanidad, pues todos los seres humanos están inclinados hacia el mal desde que son niños. ¡Jamás volveré a destruir a los seres vivos, como lo hice en esta ocasión!


La carta ordenaba a Joab que pusiera a Urías en la primera línea de batalla, cuando el combate fuera más fuerte, y que luego lo dejaran solo para que lo mataran.


Porque yo nací pecador; sí, lo soy desde el momento que mi madre me concibió.


Pero Dios mismo les disparará y caerán. Sin aviso las flechas los herirán.


El que confía en sí mismo es un necio; el que actúa con sabiduría estará a salvo.


Oh pueblo mío, ¿no han recibido suficiente castigo? ¿Por qué obligarme a azotarlos una y otra vez? ¿Es su intención ser rebeldes toda la vida? De la cabeza a los pies están enfermos, débiles y desfallecidos, cubiertos de magulladuras, verdugones y heridas infectadas, sin ungir ni vendar.


Quítales la inteligencia, tápales los oídos y ciérrales los ojos. No quiero que vean, oigan ni entiendan, ni que se vuelvan a mí para que los sane.


¡Pero ustedes han sido aun peores que sus antepasados! Se sienten muy satisfechos practicando maldades y no quieren seguir mis consejos.


Pero no quisieron escuchar; siguieron haciendo lo que les daba la gana, siguiendo sus pensamientos tercos y malvados. Retrocedieron en vez de avanzar.


porque tienen el corazón endurecido, no oyen bien y tienen los ojos cerrados. Por lo tanto, no verán ni oirán ni entenderán ni se convertirán ni dejarán que yo los sane”.


Del corazón salen los malos pensamientos, los asesinatos, los adulterios, las fornicaciones, los robos, las mentiras y los chismes.


Jesús, que oyó lo que decían, les replicó: ―Los enfermos son los que necesitan médico, no los sanos. No he venido a llamar a los justos sino a los pecadores.


Sin embargo, aunque lo sabían muy bien, no quisieron ni adorar a Dios ni darle gracias. Al contrario, se pusieron a concebir ideas estúpidas y, en consecuencia, sus necios entendimientos se oscurecieron.


Porque el pecado me engañó, pues tomó el mandamiento de Dios y lo usó para matarme.


Por ello, quítense, como si se tratara de ropa vieja, su naturaleza tan corrompida por los malos deseos.


Por lo tanto, cuídense, hermanos, y no sean incrédulos ni tengan un corazón perverso que los esté apartando del Dios vivo.


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