y entregó el rollo a Seraías, diciéndole: ―Cuando llegues a Babilonia, lee lo que tengo escrito, y di: “Señor, tú has dicho que destruirás a Babilonia hasta no dejar en ella ser viviente, y que será abandonada para siempre”.
Mateo 24:1 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 Mientras salían, sus discípulos le suplicaron que los acompañara a recorrer los edificios del templo. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Cuando Jesús salió del templo y se iba, se acercaron sus discípulos para mostrarle los edificios del templo. Biblia Nueva Traducción Viviente Cuando Jesús salía del terreno del templo, sus discípulos le señalaron los diversos edificios del templo. Biblia Católica (Latinoamericana) Jesús salió del Templo, y mientras caminaba, sus discípulos le hacían notar las imponentes construcciones del Templo. La Biblia Textual 3a Edicion Y saliendo Jesús, se iba del templo, cuando sus discípulos se acercaron para mostrarle las edificaciones del templo. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Salió Jesús del templo y, según iba caminando, se le acercaron sus discípulos para hacerle notar las construcciones del templo. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y cuando Jesús salió del templo y se iba, vinieron sus discípulos para mostrarle los edificios del templo. |
y entregó el rollo a Seraías, diciéndole: ―Cuando llegues a Babilonia, lee lo que tengo escrito, y di: “Señor, tú has dicho que destruirás a Babilonia hasta no dejar en ella ser viviente, y que será abandonada para siempre”.
Presta mucha atención, Jerusalén, no suceda que deje de quererte y permita que te arruines completamente.
Y Él me dijo: «Hombre mortal, ¿te das cuenta del sacrilegio que los israelitas están cometiendo? ¿Ves la infidelidad que el pueblo de Israel está cometiendo aquí, para alejarme de mi templo? Pero ven y te mostraré mayores desviaciones».
Y si tus hijos llegan a crecer, morirán antes de llegar a la edad adulta; todos están condenados. Sí, será un día triste cuando yo me aparte de ti y te deje abandonado a tu suerte.
Ya de regreso en el templo, y mientras enseñaba, los principales sacerdotes y otros jefes judíos se le acercaron a exigirle que les explicara por qué había echado del templo a los mercaderes y quién le había dado autoridad para hacerlo.
porque te aseguro que no me volverás a ver hasta que digas: “¡Bendito el que viene en el nombre del Señor!”».
Los judíos dijeron: ―¡Les llevó cuarenta y seis años construir este templo, ¿y tú dices que en tres días lo puedes volver a construir?