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Mateo 23:2 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

«¡Cualquiera que ve a estos escribas y fariseos creando leyes se creerá que son “Moisés en persona”!

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Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

En la cátedra de Moisés se sientan los escribas y los fariseos.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

«Los maestros de la ley religiosa y los fariseos son los intérpretes oficiales de la ley de Moisés.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Los maestros de la Ley y los fariseos han ocupado el puesto que dejó Moisés.

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La Biblia Textual 3a Edicion

diciendo: En la cátedra de Moisés se sientan° los escribas y los fariseos.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

'En la cátedra de Moisés se han sentado los escribas y los fariseos.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

diciendo: En la cátedra de Moisés se sientan los escribas y los fariseos:

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Mateo 23:2
8 Tagairtí Cros  

Y tú, Esdras, debes usar la sabiduría que Dios te ha dado, para seleccionar y designar magistrados y jueces que impartan justicia al pueblo que está al occidente del río Éufrates. Si ellos no conocen las leyes de tu Dios, debes enseñárselas.


Esdras, que llegó de Babilonia, era un maestro muy versado en las leyes que el Señor había dado al pueblo de Israel por medio de Moisés. Pidió que se le permitiera regresar a Jerusalén, y el rey le concedió su petición, porque Esdras contaba con la ayuda del Señor.


»Los sacerdotes deberían encargarse de dar a conocer al pueblo mis instrucciones, y estar siempre dispuestos a enseñar las cosas buenas que yo quiero mi pueblo realice. ¡Ellos son los mensajeros del Señor Todopoderoso!


Claro, obedézcanlos. ¡Hagan lo que dicen, pero no se les ocurra hacer lo que ellos hacen! Porque ellos mismos no hacen lo que dicen que se debe hacer.


Jesús continuó enseñando y les decía: ―Cuídense de los maestros de la ley, pues a ellos les gusta pasearse vestidos con ropas que llaman la atención, para que los saluden en las plazas.


―Cuídense de los maestros de la ley. A ellos les gusta pasearse con ropas lujosas y que los saluden en las plazas. Les encanta ocupar los primeros puestos en la sinagoga y los mejores lugares en los banquetes.


¡Cuánto ama a su pueblo! Sus santos están en sus manos. Ellos siguieron tus pasos, oh Señor; recibieron sus instrucciones de ti.