«¿Quién se imagina ser este Isaías», dice el pueblo, «para hablarnos de esta forma? ¿Somos acaso niños que casi no saben hablar?
Mateo 21:27 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 Por fin le respondieron: ―La verdad es que no sabemos. Y Jesús les dijo: ―Pues yo tampoco les voy a decir quién me dio autoridad para hacer estas cosas. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Y respondiendo a Jesús, dijeron: No sabemos. Y él también les dijo: Tampoco yo os digo con qué autoridad hago estas cosas. Biblia Nueva Traducción Viviente Entonces finalmente contestaron: —No sabemos. Y Jesús respondió: —Entonces yo tampoco les diré con qué autoridad hago estas cosas. Biblia Católica (Latinoamericana) Entonces contestaron a Jesús: 'No lo sabemos.
Y Jesús les replicó: 'Pues yo tampoco les diré con qué autoridad hago estas cosas. La Biblia Textual 3a Edicion Y respondiendo a Jesús, dijeron: No sabemos. Y Él les dijo: Tampoco Yo os digo con qué clase de autoridad hago estas cosas. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Respondieron, pues, a Jesús: 'No lo sabemos'. Entonces él les contestó: 'Pues tampoco yo os digo con qué autoridad hago esas cosas'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y respondiendo a Jesús, dijeron: No sabemos. Y Él les dijo: Tampoco yo os digo con qué autoridad hago estas cosas. |
«¿Quién se imagina ser este Isaías», dice el pueblo, «para hablarnos de esta forma? ¿Somos acaso niños que casi no saben hablar?
Quítales la inteligencia, tápales los oídos y ciérrales los ojos. No quiero que vean, oigan ni entiendan, ni que se vuelvan a mí para que los sane.
Así que no les hagan caso, porque son ciegos que tratan de guiar a otros ciegos y lo único que logran es caer juntos en el hoyo.
y si por la mañana se pone rojo, saben que habrá tempestad. ¡Y sin embargo, no pueden leer las notorias señales de los tiempos!
Y si decimos que no fue Dios el que lo envió, el pueblo se enojará, porque casi todo el mundo cree que Juan era profeta.
»Pero, ¿qué les parece? Un padre que tenía dos hijos le dijo al mayor: “Hijo, ve a trabajar hoy a la finca”.
El hombre respondió: ―¡Qué extraño que ustedes no sepan nada de él y que a mí me haya dado la vista!
A tal grado llegaron que, al no querer ni siquiera tener en cuenta a Dios, él los abandonó para que hicieran lo que sus mentes corruptas pudieran concebir.
Si algunos no entienden nuestro evangelio, son aquellos que están perdidos,