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Mateo 21:26 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

26 Y si decimos que no fue Dios el que lo envió, el pueblo se enojará, porque casi todo el mundo cree que Juan era profeta.

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Biblia Reina Valera 1960

26 Y si decimos, de los hombres, tememos al pueblo; porque todos tienen a Juan por profeta.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

26 pero si decimos que era meramente humana, la multitud se volverá contra nosotros porque todos creen que Juan era un profeta».

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Biblia Católica (Latinoamericana)

26 Y si decimos que era cosa de hombres, ¡cuidado con el pueblo!, pues todos consideran a Juan como un profeta.

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La Biblia Textual 3a Edicion

26 Y si decimos: de hombres, tememos al pueblo; porque todos tienen a Juan por profeta.)

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

26 Pero, si respondemos de los hombres, tenemos miedo al pueblo, porque todos consideran que Juan es profeta'.

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Mateo 21:26
17 Tagairtí Cros  

¿Por qué les tienen más temor a esos dioses que a mí? ¿Por qué no me consagran ni la sobra de un recuerdo? ¿Será porque he sido demasiado bueno, y por eso no me temen?


Entonces, ¿qué salieron a ver? ¿a un profeta? Les aseguro que sí, y él es más que profeta:


Herodes lo habría matado en seguida, pero temía que el pueblo se le rebelara, ya que la gente consideraba que Juan era profeta.


―Es Jesús, el profeta de Nazaret de Galilea.


¿Quién envió a Juan a bautizar? ¿Fue Dios o no? Como era una pregunta difícil de contestar, se pusieron a discutirla entre ellos en voz baja: ―Si decimos que Dios lo envió, nos preguntará por qué no creímos en él.


Por fin le respondieron: ―La verdad es que no sabemos. Y Jesús les dijo: ―Pues yo tampoco les voy a decir quién me dio autoridad para hacer estas cosas.


sintieron deseos de apresarlo, pero no se atrevieron porque el pueblo tenía a Jesús por profeta.


Y si decimos que era de los hombres, el pueblo se rebelará contra nosotros, porque creía que Juan era un profeta.


Los sacerdotes, maestros de la ley y ancianos que escuchaban se dieron cuenta de que la parábola iba dirigida contra ellos y entonces quisieron arrestarlo. Pero como temían a la multitud, lo dejaron y se fueron.


Y ya que Herodes respetaba a Juan porque lo consideraba un hombre justo y santo, lo había arrestado para ponerlo a salvo. Aunque cada vez que hablaba con Juan salía turbado, le gustaba escucharlo.


Los maestros de la ley y los jefes de los sacerdotes se dieron cuenta de que la parábola se refería a ellos. Por eso querían arrestarlo en ese mismo momento, pero le tenían miedo a la gente.


Y si decimos que “de la tierra”, todo el pueblo nos apedreará, porque están seguros de que Juan era un profeta».


Los jefes de los sacerdotes y los maestros de la ley buscaban la manera de acabar con Jesús, pero le tenían miedo a la gente.


Juan era una lámpara encendida que alumbraba, y ustedes quisieron disfrutar de su luz por un tiempo.


Sus padres contestaron así porque tenían miedo de los judíos, pues estos se habían puesto de acuerdo para expulsar de la sinagoga a todo el que reconociera que Jesús era el Cristo.


El jefe de la guardia corrió con los alguaciles a arrestarlos, sin hacer uso de la fuerza, por temor a que el pueblo los apedreara.


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