Otra de las parábolas o simbolismos que usó Jesús fue la siguiente: «El reino de los cielos es como el labrador que planta la buena semilla en el campo;
Mateo 18:23 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 »El reino de los cielos puede compararse a un rey que decidió arreglar cuentas con sus súbditos. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Por lo cual el reino de los cielos es semejante a un rey que quiso hacer cuentas con sus siervos. Biblia Nueva Traducción Viviente »Por lo tanto, el reino del cielo se puede comparar a un rey que decidió poner al día las cuentas con los siervos que le habían pedido prestado dinero. Biblia Católica (Latinoamericana) Aprendan algo sobre el Reino de los Cielos. Un rey había decidido arreglar cuentas con sus empleados, La Biblia Textual 3a Edicion Por esto, el reino de los cielos es semejante a cierto rey que quiso arreglar cuentas con sus siervos. Biblia Serafín de Ausejo 1975 A propósito de esto: el reino de los cielos se parece a un rey que quiso saldar cuentas con sus siervos. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Por lo cual el reino del cielo es semejante a un rey que quiso hacer cuentas con sus siervos. |
Otra de las parábolas o simbolismos que usó Jesús fue la siguiente: «El reino de los cielos es como el labrador que planta la buena semilla en el campo;
Jesús también refirió esta otra parábola: «El reino de los cielos es como una pequeña semilla de mostaza plantada en un campo.
Y les dijo también: «El reino de los cielos es como la levadura que una mujer toma para hacer pan. Luego la mezcla con tres medidas de harina, y leuda toda la masa».
»El reino de los cielos es como el pescador que tira la red al agua y recoge peces de todo tipo, buenos y malos.
Entonces Jesús añadió: ―Los maestros de la ley que se han convertido en mis discípulos tienen a su alcance un tesoro doble: las antiguas verdades de las Escrituras y las verdades nuevas que mis enseñanzas revelan.
En el proceso, le trajeron a uno que le debía cien millones de pesos.
»En el reino de los cielos sucederá lo que les sucedió a las diez muchachas que tomaron sus lámparas y salieron a recibir al novio.
»Hubo una vez un hombre que juntó a sus siervos; antes de partir hacia otro país, y les prestó dinero para que lo invirtieran en su nombre durante su ausencia.
Este era su mensaje: «Arrepiéntanse de sus pecados porque el reino de los cielos se ha acercado».
»Todo el que presta atención a mis enseñanzas y las pone en práctica es tan sabio como el hombre que edificó su casa sobre una roca bien firme.
Por eso, no se precipiten a sacar conclusiones sobre si alguien es buen siervo o no. Esperen a que venga el Señor. Él sacará a la luz lo que está oculto en la oscuridad, y pondrá al descubierto las intenciones del corazón. Cuando ese momento llegue, cada uno recibirá de Dios la alabanza que merezca.