Vengan hijos míos, escúchenme y dejen que les enseñe el temor del Señor.
Marcos 4:3 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 «Pongan atención. Un sembrador salió a sembrar. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Oíd: He aquí, el sembrador salió a sembrar; Biblia Nueva Traducción Viviente «¡Escuchen! Un agricultor salió a sembrar. Biblia Católica (Latinoamericana) Escuchen esto: El sembrador salió a sembrar. La Biblia Textual 3a Edicion Oíd: He aquí el sembrador salió a sembrar. Biblia Serafín de Ausejo 1975 'Escuchad: salió el sembrador a sembrar. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Oíd: He aquí, el sembrador salió a sembrar; |
Vengan hijos míos, escúchenme y dejen que les enseñe el temor del Señor.
«Oye este consejo, hija mía. No te aflijas por tu familia que está en tu lejana tierra.
Y ahora, hijos míos, escúchenme: dichosos los que van por mis caminos.
Persevera en la siembra, pues no sabes cuál semilla germinará; quizá germinen todas.
Escúchenme, todos lo que han quedado de Israel: Yo los creé y los he cuidado desde su nacimiento.
Otra de las parábolas o simbolismos que usó Jesús fue la siguiente: «El reino de los cielos es como el labrador que planta la buena semilla en el campo;
En su sermón, empleó muchos simbolismos que ilustraban sus puntos de vista. Por ejemplo, usó el siguiente: «Un agricultor salió a sembrar sus semillas en el campo. Mientras lo hacía, algunas semillas cayeron en el camino, y las aves vinieron y se las comieron.
Jesús se puso a enseñarles muchas cosas por medio de parábolas. Al narrar una de ellas, decía así:
Al esparcir las semillas algunas cayeron junto al camino y las aves llegaron y se las comieron.
Entonces Pedro se puso de pie con los once apóstoles y tomó la palabra: «¡Escúchenme bien, judíos y residentes de Jerusalén!
Moisés continuó su discurso y dijo: «Escuchen ahora con atención, israelitas, las leyes que les doy y obedézcanlas, si quieren vivir y entrar a poseer la tierra que les da el Señor, Dios de sus padres.
Escuchen, hermanos queridos: Dios ha escogido a los que son pobres según el mundo, para que sean ricos en fe y reciban como herencia el reino que él prometió a quienes lo aman.
El que tenga oídos, escuche lo que el Espíritu dice a las iglesias: El que salga vencedor no sufrirá daño alguno de la segunda muerte.
El que tenga oídos, escuche lo que el Espíritu dice a las iglesias: Al que salga vencedor le daré a comer del fruto del árbol de la vida que está en medio del paraíso de Dios.