¡Dichoso el hombre que me escucha, que me espera día tras día atentamente a las puertas de mi casa!
Lucas 8:40 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 Cuando Jesús regresó, la gente lo recibió con alegría, pues todos lo estaban esperando. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Cuando volvió Jesús, le recibió la multitud con gozo; porque todos le esperaban. Biblia Nueva Traducción Viviente Del otro lado del lago, las multitudes recibieron a Jesús porque lo estaban esperando. Biblia Católica (Latinoamericana) Ya había gente para recibir a Jesús a su regreso, pues todos estaban esperándolo. La Biblia Textual 3a Edicion Al regresar Jesús, la multitud le dio la bienvenida, pues todos lo estaban esperando. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Al volver Jesús, fue bien acogido por la multitud; pues todos lo estaban esperando. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y aconteció que cuando Jesús volvió, la multitud le recibió con gozo; porque todos le esperaban. |
¡Dichoso el hombre que me escucha, que me espera día tras día atentamente a las puertas de mi casa!
Jesús se subió de nuevo a la barca y regresó a la ciudad donde residía.
¿Cómo, pues, puede ser hijo de David si el propio David lo llama “Señor”? La gente lo escuchaba con agrado.
Cuando Jesús desembarcó en la otra orilla del lago, una enorme multitud se reunió a su alrededor.
Y ya que Herodes respetaba a Juan porque lo consideraba un hombre justo y santo, lo había arrestado para ponerlo a salvo. Aunque cada vez que hablaba con Juan salía turbado, le gustaba escucharlo.
Pero no encontraban cómo hacerlo, porque todo el pueblo lo escuchaba con mucha atención.
Zaqueo se bajó a toda prisa y, muy contento, recibió a Jesús en su casa.
Un día, Jesús estaba a la orilla del lago de Genesaret y la gente lo apretujaba para oír el mensaje de Dios.
―Vuelve a tu casa y cuenta todo lo que Dios ha hecho por ti. El hombre se fue y le contó a todo el pueblo lo que Jesús había hecho por él.
Juan era una lámpara encendida que alumbraba, y ustedes quisieron disfrutar de su luz por un tiempo.
En seguida te mandé a buscar, e hiciste bien en venir pronto. Aquí estamos delante del Señor, ansiosos de escuchar lo que él te ha ordenado que nos digas.