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Lucas 7:21 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

En ese momento Jesús sanó a muchos que estaban enfermos o sufriendo, a personas que tenían espíritus malos y a muchos ciegos, a los que les dio la vista.

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Biblia Reina Valera 1960

En esa misma hora sanó a muchos de enfermedades y plagas, y de espíritus malos, y a muchos ciegos les dio la vista.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

En ese preciso momento Jesús sanó a muchas personas de enfermedades, dolencias, y expulsó espíritus malignos y le devolvió la vista a muchos ciegos.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

En ese momento Jesús curó a varias personas afligidas de enfermedades, de achaques y de espíritus malignos y devolvió la vista a algunos ciegos.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Y en aquella hora sanó a muchos de enfermedades y dolencias, y de espíritus malignos, y concedió la vista° a muchos ciegos.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

En aquel momento curó a muchos de sus enfermedades y males y de espíritus malignos, y a muchos ciegos les concedió la vista.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Y en la misma hora sanó a muchos de enfermedades y plagas, y de malos espíritus; y a muchos ciegos dio la vista.

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Lucas 7:21
12 Tagairtí Cros  

»Y si hay hambre en la tierra, causada por peste, por langosta, o por gusanos, o si los enemigos de Israel ponen sitio a una de sus ciudades y el pueblo es atacado por una epidemia o plaga —o cualquiera que sea el problema—,


»Pero si al volver el sacerdote a examinar la casa, observa que las manchas no han reaparecido después de haber sido resanada de nuevo, declarará que la casa está limpia y que el hongo ha desaparecido.


Jesús recorrió toda Galilea enseñando en las sinagogas, proclamando las buenas noticias del reino y sanando las enfermedades y dolencias de la gente.


Su fama llegó hasta Siria, y le traían todo tipo de enfermos: No había enfermo, endemoniado, loco o paralítico que le trajeran y a quien no sanara.


pues como había realizado muchas curaciones, todos los enfermos lo rodeaban tratando de tocarlo.


Y, en efecto, tan pronto como lo tocó, el derrame cesó y se sintió perfectamente bien.


Jesús le dijo: ―Hija, tu fe te ha sanado; vete en paz, que ya no estás enferma.


Cuando ellos se acercaron a Jesús, le dijeron: ―Juan el Bautista nos envió a preguntarte: ¿Eres tú el que ha de venir o debemos esperar a otro?


porque el Señor disciplina a los que ama, y azota a todo aquel a quien recibe como hijo».