Dan generosamente a los necesitados. Sus buenas acciones jamás serán olvidadas. Tendrán influencia y honra.
Lucas 6:30 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 A todo el que te pida, dale, y si alguien te quita lo que es tuyo, no le pidas que te lo devuelva. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 A cualquiera que te pida, dale; y al que tome lo que es tuyo, no pidas que te lo devuelva. Biblia Nueva Traducción Viviente Dale a cualquiera que te pida; y cuando te quiten las cosas, no trates de recuperarlas. Biblia Católica (Latinoamericana) Da al que te pide, y al que te quita lo tuyo, no se lo reclames. La Biblia Textual 3a Edicion A todo el que te pide, dale; y al que te quite lo tuyo, no se lo reclames. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Dale a todo el que te pida; y no reclames nada de quien intenta quitarte lo tuyo. Biblia Reina Valera Gómez (2023) A todo el que te pida, dale; y al que tome lo que es tuyo, no pidas que te lo devuelva. |
Dan generosamente a los necesitados. Sus buenas acciones jamás serán olvidadas. Tendrán influencia y honra.
Dios bendice a los que son buenos con los pobres. El Señor los libra en tiempo de angustia.
Servir al pobre es hacerle un préstamo al Señor; Dios pagará esas buenas acciones.
El que es generoso será bendecido, porque comparte su comida con los pobres.
Reparte tus regalos entre muchos pues no sabes si tú mismo estarás mañana en necesidad.
En mi búsqueda de sabiduría observé lo que acontecía en toda la tierra: incesante actividad día y noche. Pude ver todo lo que Dios había hecho. El ser humano no puede comprender todo lo hecho por Dios en esta vida. Por más que se esfuerce por encontrarle sentido, no lo hallará; aun cuando el sabio diga conocerlo, en realidad no lo puede comprender.
»Así hará mi Padre celestial al que se niegue a perdonar a algún hermano».
Pero yo les digo: No paguen mal por mal. Si los abofetean en la mejilla derecha, presenten la otra.
y perdona nuestros pecados, así como nosotros perdonamos a los que nos han hecho mal.
Den a los pobres de lo que ustedes tienen dentro, y así todo quedará limpio.
Vendan lo que tienen, y den a los pobres. Hagan para ustedes bolsas que no se desgasten; guarden en el cielo un tesoro que no se acabe. Allí no hay ladrón que robe ni polilla que destruya.
Jesús le respondió: ―Hay una cosa que todavía no has hecho: vende todo lo que tienes y repártelo entre los pobres. Así tendrás un tesoro en el cielo. Cuando lo hayas hecho, ven y sígueme.
Si alguien te pega en una mejilla, deja que te pegue también en la otra. Si alguien te quita la camisa, deja que se lleve también el abrigo.
Den, y les darán a ustedes; es más, les echarán en el regazo una medida llena, apretada, sacudida y repleta. El principio es este: con la medida con la que midan a los demás los medirán a ustedes».
Y les fui un ejemplo constante de cómo se debe ayudar a los pobres y recordar las palabras del Señor Jesús que dicen: “Hay más dicha en dar que en recibir”».
Ustedes ya conocen la gracia de nuestro Señor Jesucristo; aunque era rico, se hizo pobre por amor a ustedes, para que mediante su pobreza se enriquecieran ustedes.
El que era ladrón, deje de robar; al contrario, trabaje honradamente con sus manos para que tenga con qué ayudar a los que estén en necesidad.