Su elegido responde: «Yo revelaré los eternos propósitos de Dios, pues el Señor me ha dicho: “Tú eres mi hijo. Hoy mismo te he concebido.
Lucas 3:22 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 y el Espíritu Santo bajó sobre él en forma de paloma. Entonces se oyó una voz del cielo que decía: ―Tú eres mi Hijo amado; estoy muy contento contigo. Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 y descendió el Espíritu Santo sobre él en forma corporal, como paloma, y vino una voz del cielo que decía: Tú eres mi Hijo amado; en ti tengo complacencia. Biblia Nueva Traducción Viviente y el Espíritu Santo, en forma visible, descendió sobre él como una paloma. Y una voz dijo desde el cielo: «Tú eres mi Hijo muy amado y me das gran gozo». Biblia Católica (Latinoamericana) el Espíritu Santo bajó sobre él y se manifestó exteriormente en forma de paloma, y del cielo vino una voz: 'Tú eres mi Hijo, hoy te he dado a la vida. La Biblia Textual 3a Edicion y descendió° el Espíritu Santo sobre Él en forma corporal como paloma, y surgió una voz del cielo:° Tú eres mi Hijo amado, en ti hallo mi complacencia.° Biblia Serafín de Ausejo 1975 el Espíritu Santo descendió sobre él en forma corporal, como una paloma, y vino una voz del cielo: ' Tú eres mi Hijo amado; en ti me complazco'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) y descendió el Espíritu Santo sobre Él en forma corporal, como paloma, y vino una voz del cielo que decía: Tú eres mi Hijo amado, en ti tengo complacencia. |
Su elegido responde: «Yo revelaré los eternos propósitos de Dios, pues el Señor me ha dicho: “Tú eres mi hijo. Hoy mismo te he concebido.
Vean a mi Siervo, a quien yo sostengo, mi elegido, en quien me deleito. En él he puesto mi Espíritu, él mostrará lo que es justicia a las naciones del mundo.
«Aquí tienen a mi siervo, mi escogido, mi amado, en quien mi alma se deleita. Pondré mi Espíritu sobre él, y anunciará justicia a las naciones.
Pero mientras hablaba, una nube resplandeciente los cubrió y una voz dijo desde la nube: «Este es mi Hijo amado; en él me complazco. Obedézcanlo».
Si confió en Dios, ¡que lo salve Dios! ¿No decía que era el Hijo de Dios?
Jesús fue desde Galilea a donde estaba Juan en el río Jordán, para que lo bautizara.
Cuando Jesús salía de las aguas del bautismo, los cielos se abrieron y vio que el Espíritu de Dios descendía sobre él en forma de paloma;
y una voz de los cielos dijo: «Este es mi Hijo amado, y en él me complazco».
Se escuchó entonces una voz del cielo que decía: «Tú eres mi Hijo amado; en ti me complazco».
En esos días Jesús llegó de Nazaret de Galilea, y Juan lo bautizó en el río Jordán.
En eso, una nube los cubrió. Desde la nube resonó una voz que les dijo: «Este es mi Hijo amado. Óiganlo a él».
«Gloria a Dios en las alturas, y paz en la tierra para los que gozan de su buena voluntad».
Entonces él comenzó a decirles: ―Esta Escritura acaba de cumplirse hoy delante de ustedes.
Juan añadió: «Yo vi al Espíritu descender del cielo en forma de paloma y posarse sobre él.
¡Padre, glorifica tu nombre!». Entonces se oyó una voz del cielo que decía: «Ya lo glorifiqué y lo volveré a glorificar».
Y el Padre mismo que me envió ha testificado en mi favor. Pero ustedes nunca han oído su voz ni han visto su figura,
»Dios ungió con el Espíritu Santo y con poder a Jesús de Nazaret y él anduvo haciendo el bien y sanando a los oprimidos por el diablo, porque Dios estaba con él.
Él nos rescató del reino de las tinieblas y nos trasladó al reino de su Hijo amado,
Acérquense a Cristo, que es la Piedra viva que los seres humanos despreciaron pero que Dios escogió y es preciosa para él. De este modo,