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Lucas 23:13 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

Pilato reunió a los jefes de los sacerdotes, a los gobernantes y al pueblo,

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Biblia Reina Valera 1960

Entonces Pilato, convocando a los principales sacerdotes, a los gobernantes, y al pueblo,

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Entonces Pilato llamó a los principales sacerdotes y a los otros líderes religiosos, junto con el pueblo,

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Pilato convocó a los jefes de los sacerdotes, a los jefes de los judíos y al pueblo

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La Biblia Textual 3a Edicion

Pilato entonces, convocando a los principales sacerdotes y a los magistrados, y al pueblo,

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Entonces Pilato convocó a los pontífices a los jefes y al pueblo

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Entonces Pilato, convocando a los príncipes de los sacerdotes, y a los magistrados, y al pueblo,

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Lucas 23:13
14 Tagairtí Cros  

Él les decía: ―¿Por qué? ¿Qué mal ha hecho? Pero ellos gritaron todavía más fuerte: ―¡Crucifícalo!


La gente se quedó allí para mirar; y por su parte, los gobernantes se burlaban de él. Decían: ―Si es el Cristo de Dios, el Escogido, que se salve a sí mismo como salvó a otros.


Los jefes de los sacerdotes y nuestros gobernantes lo entregaron para que lo condenaran a muerte y lo crucificaran.


Sin embargo, muchos de los judíos, y hasta algunos de sus jefes, creyeron en él, pero no lo decían porque tenían miedo que los fariseos los expulsaran de la sinagoga.


Pilato preguntó: ―¿Y qué es la verdad? Luego de decir esto, salió otra vez a ver a los judíos. Él dijo: ―Yo no encuentro a este culpable de nada.


Pilato volvió a salir y les dijo a los judíos: ―Aquí está. Lo saqué para que sepan que no creo que sea culpable de nada.


Había un fariseo llamado Nicodemo; era un jefe importante entre los judíos.


Ahí está, hablando ante los ojos de todo mundo y nadie le dice nada. ¿Será que las autoridades se convencieron de que es el Cristo?


¿Acaso ha creído en él alguno de nuestros jefes o de los fariseos?


Los que vivían en Jerusalén y sus jefes cumplieron las profecías al condenar a Jesús. Ellos no lo reconocieron, a pesar de que escuchaban la lectura de los profetas todos los sábados.


»Hermanos, comprendo que lo que ustedes le hicieron a Jesús lo hicieron en ignorancia, y lo mismo podría decirse de sus dirigentes.


Al siguiente día se reunieron en Jerusalén los jefes de los sacerdotes, los ancianos y los maestros de la ley.


Entonces Pedro, lleno del Espíritu Santo, les respondió: ―Distinguidos dirigentes y ancianos del pueblo: