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Juan 19:4 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

4 Pilato volvió a salir y les dijo a los judíos: ―Aquí está. Lo saqué para que sepan que no creo que sea culpable de nada.

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Biblia Reina Valera 1960

4 Entonces Pilato salió otra vez, y les dijo: Mirad, os lo traigo fuera, para que entendáis que ningún delito hallo en él.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

4 Pilato volvió a salir y le dijo al pueblo: «Ahora lo voy a traer, pero que quede bien claro que yo no lo encuentro culpable de nada».

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Biblia Católica (Latinoamericana)

4 Pilato volvió a salir y les dijo: 'Miren, se lo traigo de nuevo fuera; sepan que no encuentro ningún delito en él.

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La Biblia Textual 3a Edicion

4 Otra vez salió Pilato, y les dice: Mirad, os lo traigo fuera para que sepáis que ningún delito hallo en él.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

4 Pilato salio de nuevo fuera y dice a los judíos: 'Mirad; os lo traigo fuera, para que sepáis que no encuentro en él ningún delito'.

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Juan 19:4
16 Tagairtí Cros  

Mientras Pilato presidía el tribunal, le llegó el siguiente mensaje de su esposa: «No te metas con ese hombre, porque anoche tuve una horrible pesadilla por culpa suya».


Cuando Pilato se dio cuenta de que no estaba logrando nada y que estaba a punto de formarse un disturbio, pidió que le trajeran una palangana de agua y se lavó las manos en presencia de la multitud. Y dijo: ―Soy inocente de la sangre de este hombre. ¡Allá ustedes!


―He pecado entregando a un inocente —declaró. ―Y a nosotros ¿qué nos importa? —le respondieron.


El centurión y los soldados que vigilaban a Jesús, horrorizados por el terremoto y los demás acontecimientos, exclamaron: ―¡Verdaderamente este era el Hijo de Dios!


Entonces Pilato le dijo a los jefes de los sacerdotes y a la gente: ―No encuentro nada que haga culpable a este hombre.


Nosotros merecemos este castigo y sufrimos a causa de nuestros delitos; pero este no ha hecho nada malo.


El capitán romano, al ver lo que había sucedido, alabó a Dios y dijo: ―En verdad, este hombre era justo.


Pilato volvió a entrar al palacio y llamó a Jesús. Le preguntó: ―¿Eres tú el rey de los judíos?


Pilato preguntó: ―¿Y qué es la verdad? Luego de decir esto, salió otra vez a ver a los judíos. Él dijo: ―Yo no encuentro a este culpable de nada.


Al verlo, los jefes de los sacerdotes y los guardias gritaron: ―¡Crucifícalo! ¡Crucifícalo! Pilato les respondió: ―Llévenselo y crucifíquenlo ustedes. Yo no creo que sea culpable de nada.


Dios tomó a Cristo, que no tenía pecado, y puso sobre él nuestros pecados, para declararnos justos por medio de Cristo.


Era provechoso para nosotros tener un sumo sacerdote así como él: santo, sin maldad, intachable, apartado de los pecadores y elevado más alto que el cielo.


sino con la preciosa sangre de Cristo, que fue como un cordero sin mancha y sin defecto.


«Cristo no cometió ningún pecado ni engañó jamás a nadie».


Porque Cristo murió por los pecados una vez y para siempre, el justo por los injustos, para llevarlos a ustedes a Dios. Él sufrió la muerte en su cuerpo, pero el Espíritu hizo que volviera a la vida.


Además, ustedes saben que Jesús se hizo hombre para quitar nuestros pecados y que él jamás cometió pecado.


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