Luego dijo a la turba: ―¿Soy acaso un asesino tan peligroso que tienen que venir con espadas y palos a arrestarme? Todos estos días he estado enseñando en el templo y no me detuvieron.
Lucas 20:1 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008 Un día, Jesús estaba enseñando a la gente en el templo. Mientras les enseñaba las buenas noticias, se le acercaron los jefes de los sacerdotes, los maestros de la ley y los ancianos para hacerle esta pregunta: Tuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 1960 Sucedió un día, que enseñando Jesús al pueblo en el templo, y anunciando el evangelio, llegaron los principales sacerdotes y los escribas, con los ancianos, Biblia Nueva Traducción Viviente Cierto día, mientras Jesús enseñaba a la gente y predicaba la Buena Noticia en el templo, los principales sacerdotes, los maestros de la ley religiosa y los ancianos se le acercaron. Biblia Católica (Latinoamericana) Uno de esos días en que Jesús enseñaba en el Templo anunciando la Buena Nueva al pueblo, se acercaron los jefes de los sacerdotes y los maestros de la Ley con algunos jefes de los judíos, y le dijeron: La Biblia Textual 3a Edicion Aconteció en uno de aquellos días, mientras enseñaba y evangelizaba al pueblo en el templo, se le enfrentaron° los principales sacerdotes y los escribas y los ancianos, Biblia Serafín de Ausejo 1975 Uno de aquellos días, mientras él estaba enseñando al pueblo en el templo y anunciando el evangelio, se presentaron los pontífices y los escribas, junto con los ancianos, Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y aconteció un día, que enseñando Él al pueblo en el templo, y predicando el evangelio, vinieron los príncipes de los sacerdotes y los escribas, con los ancianos, |
Luego dijo a la turba: ―¿Soy acaso un asesino tan peligroso que tienen que venir con espadas y palos a arrestarme? Todos estos días he estado enseñando en el templo y no me detuvieron.
Después de esto, Jesús anduvo por muchos pueblos y aldeas anunciando las buenas nuevas del reino de Dios. Lo acompañaban los doce
Jesús le respondió: ―Yo he hablado delante de todo el mundo. Siempre he enseñado en las sinagogas o en el templo, donde se reúnen todos los judíos. No he dicho nada en secreto.
Mientras Pedro y Juan hablaban al pueblo, los principales sacerdotes, el jefe de la guardia del templo y varios de los saduceos se presentaron ante ellos,
Tal acusación encendió los ánimos del pueblo, de los ancianos y de los maestros de la ley contra Esteban. Lo arrestaron y lo presentaron ante el concilio.